Te enseñan sólo la parte idílica.
En un barco el espacio es un bien escaso, y se trabaja 24 horas diarias. Un barco no duerme. Imagina estar en tu lugar de trabajo -el que sea- día y noche durante meses, compartiendo tu cuarto con otras dos o tres personas si eres oficial; si no, lo compartirás con bastantes más. En un barco así no hay alcohol, o sea que no te puedes tomar una cervecita. No hay momentos de descanso, sino de reten. Y ahora imagina más de seis meses al año fuera de casa en ese régimen.
Si te parece poco, añade que si eres tripulante, a veces saldrás a volar sobre territorio en el que no se alegrarán de verte y existe la posibilidad de que te sacudan estopa.
No es oro todo lo que reluce y es un trabajo bastante exigente. No obstante el vídeo merece la pena. Gracias por ponerlo.