Mr. Bones
Well-known member
El reloj de las fotos es un Westclox despertador y el libro es sobre fotografía de relojes y se llama Clocks & Watches. Que a estas alturas hay cientos de libros sobre relojes con este mismo nombre...
En los '70 Johann Willsberger ( el fotógrafo ) dio el puntapié inicial a su muy dilatada trayectoria dentro del mundo de la fotografía con este libro sobre un tema para él completamente desconocido: los relojes. Willsberger era y es un retratador de comida, vinos, cócteles... pero no relojes. Hoy día ya es un señor mayor y además de fotógrafo es editor de una revista de gastronomía.
De cómo Willsberger convenció a Arnold Toynbee ( el intelectual ) para que le escribiese la introducción al libro... es un misterio. O no. Ya dije que el libro es excepcional. Y no me voy a cansar de repetirlo.
Casualidades del destino: Arnold Toynbee escribió en la introducción de este libro lo que fue su último trabajo. Falleció muy poco tiempo después. Y demás está decir que la Introducción es... fabulosa. Introducción que no dudo en afirmar como uno de los textos breves sobre Historia de la Relojería mas bellos que existen.
No me quepa la menor duda que Toynbee vio en el joven fotógrafo a un ratón de biblioteca y museos y que entendió rápidamente que el muchacho necesitaba una buena firma que lo respaldase.
El libro de Willsberger tiene el encanto de los libros realizados con buen gusto y de manera muy profesional.
Luego de 4 años de viajar y sacar fotos a relojes extraños, raros, románticos, intrincados y complicados que tienen un rango temporal de 5 siglos ( las fotografías van de relojes del siglo XV hasta el XX ) reunió el material, seleccionó y compiló en un cuerpo de 180 páginas sin numerar 123 relojes exuberantes y formidables, cada uno con descripción, características y lugar de exposición o exhibición. Además en algunas páginas se leen citas a propósito del tiempo de parte de grandes pensadores, poetas, dramaturgos, políticos y filósofos.
El libro tiene unos puntos flojísimos, sin embargo: no tiene Referencias Bibliográficas ( y eso para mí es un pecado mortal ) y Willsberger no explica de dónde sacó el criterio de selección de las piezas a fotografiar ni se sabe si consultó a expertos, aficionados o se guió por su capricho.
Sea como fuere... el libro en sus lineas generales es todo un hallazgo.
Caprichos del destino: fue un rotundo fracaso editorial.
Muchachos les deseo un excelente fin de semana.
Cuídense.
En los '70 Johann Willsberger ( el fotógrafo ) dio el puntapié inicial a su muy dilatada trayectoria dentro del mundo de la fotografía con este libro sobre un tema para él completamente desconocido: los relojes. Willsberger era y es un retratador de comida, vinos, cócteles... pero no relojes. Hoy día ya es un señor mayor y además de fotógrafo es editor de una revista de gastronomía.
De cómo Willsberger convenció a Arnold Toynbee ( el intelectual ) para que le escribiese la introducción al libro... es un misterio. O no. Ya dije que el libro es excepcional. Y no me voy a cansar de repetirlo.
Casualidades del destino: Arnold Toynbee escribió en la introducción de este libro lo que fue su último trabajo. Falleció muy poco tiempo después. Y demás está decir que la Introducción es... fabulosa. Introducción que no dudo en afirmar como uno de los textos breves sobre Historia de la Relojería mas bellos que existen.
No me quepa la menor duda que Toynbee vio en el joven fotógrafo a un ratón de biblioteca y museos y que entendió rápidamente que el muchacho necesitaba una buena firma que lo respaldase.
El libro de Willsberger tiene el encanto de los libros realizados con buen gusto y de manera muy profesional.
Luego de 4 años de viajar y sacar fotos a relojes extraños, raros, románticos, intrincados y complicados que tienen un rango temporal de 5 siglos ( las fotografías van de relojes del siglo XV hasta el XX ) reunió el material, seleccionó y compiló en un cuerpo de 180 páginas sin numerar 123 relojes exuberantes y formidables, cada uno con descripción, características y lugar de exposición o exhibición. Además en algunas páginas se leen citas a propósito del tiempo de parte de grandes pensadores, poetas, dramaturgos, políticos y filósofos.
El libro tiene unos puntos flojísimos, sin embargo: no tiene Referencias Bibliográficas ( y eso para mí es un pecado mortal ) y Willsberger no explica de dónde sacó el criterio de selección de las piezas a fotografiar ni se sabe si consultó a expertos, aficionados o se guió por su capricho.
Sea como fuere... el libro en sus lineas generales es todo un hallazgo.
Caprichos del destino: fue un rotundo fracaso editorial.
Muchachos les deseo un excelente fin de semana.
Cuídense.