Galy
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Poemas objeto
Este reloj estuvo durante un tiempo en el bar donde suelo desayunar, lo que tuve que oír y aguantar no os lo podéis imaginar, mas de uno llego a pedir que retiran el reloj, y que repusieran el que había antes normal, no comprendían que la hora la podían ver correctamente a través del espejo que tenían en frente tras el mostrador sin tener que girarse.
A destacar en este reloj el cuadrante, es una compresa con alas, la que se ha vaciado su interior y plastificado.
Este reloj de tres péndulos es una pieza muy curiosa, los péndulos cada vez van cogiendo mas inercia, por lo que se golpean entre si, este efecto hace que se frene uno a los otros una y otra vez, lo bueno es que no llegan a pararse ninguno de los tres, excepto el central que va perdiendo amplitud, al obsérvalo nos da la impresión de se para, pero no vuelve a recuperarse reclamando su espacio, es mas inicia una y otra vez un nuevo ciclo de repiqueteo.
Hay una anécdota con este reloj de tres pedulos, y es que hacia creer a los niños que el reloj me obedecía, le mandaba pararse y el péndulo central se paraba, le mandaba ponte en marcha y se ponía a funcionar, esto lo descubrí por casualidad, resulta que debajo del reloj tenia una estufa calefactor de aire y al encenderla el aire caliente afectaba al circuito parándolo, al parar la estufa y enfriase el reloj y péndulo se volvía a poner en marcha, los mecanismo eran chinos de muy baja calidad y un día dijeron ya no funciono mas y se acabo el recreo.
Este reloj estuvo durante un tiempo en el bar donde suelo desayunar, lo que tuve que oír y aguantar no os lo podéis imaginar, mas de uno llego a pedir que retiran el reloj, y que repusieran el que había antes normal, no comprendían que la hora la podían ver correctamente a través del espejo que tenían en frente tras el mostrador sin tener que girarse.
A destacar en este reloj el cuadrante, es una compresa con alas, la que se ha vaciado su interior y plastificado.
Este reloj de tres péndulos es una pieza muy curiosa, los péndulos cada vez van cogiendo mas inercia, por lo que se golpean entre si, este efecto hace que se frene uno a los otros una y otra vez, lo bueno es que no llegan a pararse ninguno de los tres, excepto el central que va perdiendo amplitud, al obsérvalo nos da la impresión de se para, pero no vuelve a recuperarse reclamando su espacio, es mas inicia una y otra vez un nuevo ciclo de repiqueteo.
Hay una anécdota con este reloj de tres pedulos, y es que hacia creer a los niños que el reloj me obedecía, le mandaba pararse y el péndulo central se paraba, le mandaba ponte en marcha y se ponía a funcionar, esto lo descubrí por casualidad, resulta que debajo del reloj tenia una estufa calefactor de aire y al encenderla el aire caliente afectaba al circuito parándolo, al parar la estufa y enfriase el reloj y péndulo se volvía a poner en marcha, los mecanismo eran chinos de muy baja calidad y un día dijeron ya no funciono mas y se acabo el recreo.
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