Aunque se ven en un estado excelente, a mi esas plumas marrones con la etiqueta original, auténticamente mint, como dicen los americanos, no me dicen nada. De las otras tres, que a simple vista parecen los tres tipos de Sheaffer Balance de primera generación, de allá por 1929, sólo me queda babear hasta morir por deshidratación. Individualmente son extraordinarias, pero tener las tres me parece una pasada, el sueño de cualquier coleccionista de Sheaffer que se precie. Si hubiera que elegir una, yo me decantaría por la verde jade. Es una debilidad personal.
Muchas gracias por mostrarlas.