Choco
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De nuevo aquí con otro proyecto, en concreto se trata de un Seiko 6119, cuya historia y propietario es una persona muy especial para mí. A parte de ser el padre de un queridísimo amigo, es para mí como otro amigo, como un familiar querido, como un compañero; en fin, necesitaría muchas palabras para describiros bien la relación que tenemos. Deciros solo, que tanta es la confianza y amistad que tenemos, que confió plenamente en mi, para que, siendo un novato en este mundo, intentara rescatar este Seiko que tanto cariño le tiene. Bueno os empiezo a contar todo lo que me fue pasando.
Así fue como me entregó el reloj. Por el desgaste que presenta, creo que no se separaba de él nunca. Observad el datario de la semana, esto iba a ser una de las averías con las que me encontraría más adelante, mi ignorancia y poca experiencia hizo que no le diera mayor importancia. En principio me dio la sensación de que se trataba de aceitado, limpieza y poco más, pero os adelanto que no fue así.
Curioso movimiento, si os fijáis bien, los puentes y platinas están dispuestas de forma piramidal, la más alta es de menor diámetro, y así, hasta la platina base.
En el enmarcado de la izquierda se encuentra el mecanismo del cambio del dial de la semana, señalo donde enclava y arrastra el diente (aquí estaba el problema, que más adelante me encontraría). El resorte (2) del mecanismo del cambio del dial de la semana, facilita el posicionamiento correcto del dial, una vez el accionamiento lo gira para provocar el cambio.
Bonita vista, simple disposición de todo el mecanismo de remonte y de cambio de los diales de fecha y semana.
Desmontando la otra parte del movimiento. Empezamos por el sistema de carga automática. Masa desmontada.
Curioso mecanismo de carga automática. La masa oscilante del sistema de carga automática, con su movimiento hace girar el rodamiento excéntrico (1), hacia un sentido u otro. Cuando este gira por la parte norte de la circunferencia que recorre y en sentido de las agujas de un reloj, mueve las pinzas de cangrejo hacia la derecha, cuando gira por la parte sur de la circunferencia que recorre, mueva las pinzas de cangrejo hacia la izquierda. Si observamos bien las pinzas, están diseñadas, de tal forma que la pinza superior solo hace girar a la rueda piñón de transmisión en sentido horario, mientras que si se desplaza al revés no la gira, lo mismo sucede con la otra pinza pero en sentido contrario. Este ingenioso sistema, hace que; tanto si la excéntrica gira en sentido horario como no, hace girar en un único sentido a la rueda piñón de transmisión de la carga automática en el mismo sentido, aprovechando así, cualquier oscilación de la masa por pequeña que sea.
No se aprecia con demasiada claridad, pero el tornillo de fijación del resorte del sistema de cambio manual del datario se me partió al destorníllalo.
El resorte señalado como nº 1 y el tornillo roto enmarcado.
Puente de áncora y el áncora.
Movimiento listo para la limpieza.
Limpieza a lo tradicional, de manera manual con Isapropanol, bencinera, pincel y listo.
Secando las piezas.
22
Después de realizar varias consultas para averiguar, como podía sacar un tornillo roto de la platina, conseguí información para realizarlo de varias formas. Hay un útil para ello que permite sacar el resto del tornillo mediante un pinzado de este por ambos lados, y una vez pinzado, una de las partes hace de destornillador mientras que la otra ejerce una presión constante sobre el pinzado. Otra forma es la de utilizar un líquido, que untando éste en los alrededores del resto roto del tornillo, hace que la platina coja mucha temperatura dilatando más esta, que el acero del resto del tornillo y con ello poder aflojarlo (No utilicé este método, ya que, es aconsejable sacar los rubíes de la platina para no dañarlos y la verdad, no estoy preparado aún para este trabajo). Como último recurso, y el que utilicé: Con un punzón de 0.8, el cual tuve que lijar hasta reducirlo aproximadamente a 0.3, colocándolo con precisión justo en el centro del tornillo partido, golpeo con precisión para sacarlo de la platina.
Después de elegir un tornillo que fuera bien al diámetro que tenía, procedí a atornillar el mismo a la platina, con el fin de que se hiciera rosca en esta.
Tornillo ajustado y comprobado, aunque como se puede ver, con una cabeza demasiado grande.
Movimiento limpio y preparado para su aceitado y armado.
Fijaros; en esta foto se aprecia cómo se va formando la pirámide, cada vez que se monta un puente o platina. Curioso ensamblado y disposición de las piezas.
Curioso trinquete, acostumbrado a ver la típica forma que todos los fabricantes utilizan, la verdad es; que no me percaté de él en el desmontaje.
Sistema de la carga automática del movimiento montado.
Comprobando el funcionamiento del sistema de carga automática. Fijaros en lo enmarcado, se puede apreciar como encaja la pinza de cangrejo, en este momento gira la rueda de transmisión del la carga automática como indica la flecha. En la fotografía de abajo, cambio de pinza y de dirección.
¿Os acordáis que monté un tornillo mecanizado por mí, pero que tenía la cabeza muy grande?. Pues bien, tuve que reducir esta cabeza con la dremel tal y como os muestro en la fotografía, ya que, cuando continué con el montaje del movimiento, el dial de la fecha rozaba con ésta.
Todo el mecanismo del cambio de los diales montado.
Pulsando la corona de remontuar, conseguimos empujar la tija hacia el centro del movimiento y a través de este desplazamiento y mediante el accionamiento de un tirete, conseguimos con la punta de éste, empujar el dentado que permite girar el dial y así realizar el cambio de fecha.
Los dos diales montados, fecha y día.
Colocando el tornillo que sujeta a la maza de la carga automática, podemos comprobar que se el sistema de carga automática funciona bien. Una vez comprobado y para ahorrar tiempo, con el tornillo (1) que sujeta el rochete al árbol del tambor, podemos cargar el muelle real y comprobar si el reloj funciona.
Limpiando el bisel donde pegaré el nuevo cristal.
Limpiando las agujas, puliéndolas y preparándolas para relumear.
Agujas relumeadas y listas para montar.
Reloj montado y funcionando bien, con una desviación aceptable +/- 12” día, pero; el problema está enmarcado en la foto. El dial de la semana no realiza bien el cambio, esto ya sucedía antes de desmontar el reloj, se puede apreciar en la foto que hice al reloj antes de comenzar con el proyecto. Bueno, tenía que ver si era o no capaz de solucionar el problema, así que, tuve que desmontar la esfera, diales y observar por qué no terminaba de cambiar. En principio y según mis ojos entendieron, parecía ser, como si a la uña que realizaba el giro para provocar el cambio del dial de la semana, le faltase 0,01mm de longitud, curioso. Bueno realice distintas pruebas antes de ratificar que este era el problema hasta que pude cerciorarme de que sí, ese era el problema.
Con una broca de 0.30 hice dos perforaciones en el lateral que forma la uña, (tiento, cuidado, delicadeza y paciencia). Cando ya tuve estas dos perforaciones, conseguí con ello, reducir la dureza de la pieza en ese punto, así como, su rigidez. Una vez llegado aquí con dos alicates de punta plana (para no dañar la pieza), estiré la uña, realizando la fuerza como señalo en la foto. Esto fue suficiente para conseguir alargar la uña el 0´01mm aproximadamente que necesitaría. Cuando hablo de los 0’01mm lo hago de manera virtual e imaginaria, no tengo ningún útil para medir con esta precisión, pero la referencia de lo que podía estirar esta uña, venía marcada por el dial de la fecha, esta uña hace también el cambio de este dial.
Bueno con esta modificación en la uña de esta pieza, conseguí que ambos diales trabajaran correctamente, así que, después de unos cuantos ratos de lijado de la caja, pegado del cristal el reloj pedía a gritos su montaje.
Como no tengo prensa ni tases de cerrar cajas y biseles, me fabriqué un tas con un trozo de tubo de PVC blindado (tubo PVC de instalador electricista, los manguitos de estos y los tubo tienen medidas muy apropiadas para realizar este trabajo) y cerré la caja y su cristal como se ve en la fotografía.
Comprobando su funcionamiento antes de atornillar la masa oscilante.
Probando la maquinaria al completo. Creo que este movimiento es un poco caprichoso, tiene sus teclas y pegas. La verdad no me ha sido nada cómodo trabajar con él, desde su agarre al porta máquinas, hasta su ajuste, aceitado y calibrado han sido más complicados y difíciles de todo lo que llevo realizado hasta ahora.
Cuando entregué el reloj a su dueño, no supo que decirme ni como agradecerme el trabajo. Bueno, espero que os haya entretenido con este proyecto que tan a gusto me ha hecho pasar este tiempo.
Así fue como me entregó el reloj. Por el desgaste que presenta, creo que no se separaba de él nunca. Observad el datario de la semana, esto iba a ser una de las averías con las que me encontraría más adelante, mi ignorancia y poca experiencia hizo que no le diera mayor importancia. En principio me dio la sensación de que se trataba de aceitado, limpieza y poco más, pero os adelanto que no fue así.
Curioso movimiento, si os fijáis bien, los puentes y platinas están dispuestas de forma piramidal, la más alta es de menor diámetro, y así, hasta la platina base.
En el enmarcado de la izquierda se encuentra el mecanismo del cambio del dial de la semana, señalo donde enclava y arrastra el diente (aquí estaba el problema, que más adelante me encontraría). El resorte (2) del mecanismo del cambio del dial de la semana, facilita el posicionamiento correcto del dial, una vez el accionamiento lo gira para provocar el cambio.
Bonita vista, simple disposición de todo el mecanismo de remonte y de cambio de los diales de fecha y semana.
Desmontando la otra parte del movimiento. Empezamos por el sistema de carga automática. Masa desmontada.
Curioso mecanismo de carga automática. La masa oscilante del sistema de carga automática, con su movimiento hace girar el rodamiento excéntrico (1), hacia un sentido u otro. Cuando este gira por la parte norte de la circunferencia que recorre y en sentido de las agujas de un reloj, mueve las pinzas de cangrejo hacia la derecha, cuando gira por la parte sur de la circunferencia que recorre, mueva las pinzas de cangrejo hacia la izquierda. Si observamos bien las pinzas, están diseñadas, de tal forma que la pinza superior solo hace girar a la rueda piñón de transmisión en sentido horario, mientras que si se desplaza al revés no la gira, lo mismo sucede con la otra pinza pero en sentido contrario. Este ingenioso sistema, hace que; tanto si la excéntrica gira en sentido horario como no, hace girar en un único sentido a la rueda piñón de transmisión de la carga automática en el mismo sentido, aprovechando así, cualquier oscilación de la masa por pequeña que sea.
No se aprecia con demasiada claridad, pero el tornillo de fijación del resorte del sistema de cambio manual del datario se me partió al destorníllalo.
El resorte señalado como nº 1 y el tornillo roto enmarcado.
Puente de áncora y el áncora.
Movimiento listo para la limpieza.
Limpieza a lo tradicional, de manera manual con Isapropanol, bencinera, pincel y listo.
Secando las piezas.
22
Después de realizar varias consultas para averiguar, como podía sacar un tornillo roto de la platina, conseguí información para realizarlo de varias formas. Hay un útil para ello que permite sacar el resto del tornillo mediante un pinzado de este por ambos lados, y una vez pinzado, una de las partes hace de destornillador mientras que la otra ejerce una presión constante sobre el pinzado. Otra forma es la de utilizar un líquido, que untando éste en los alrededores del resto roto del tornillo, hace que la platina coja mucha temperatura dilatando más esta, que el acero del resto del tornillo y con ello poder aflojarlo (No utilicé este método, ya que, es aconsejable sacar los rubíes de la platina para no dañarlos y la verdad, no estoy preparado aún para este trabajo). Como último recurso, y el que utilicé: Con un punzón de 0.8, el cual tuve que lijar hasta reducirlo aproximadamente a 0.3, colocándolo con precisión justo en el centro del tornillo partido, golpeo con precisión para sacarlo de la platina.
Después de elegir un tornillo que fuera bien al diámetro que tenía, procedí a atornillar el mismo a la platina, con el fin de que se hiciera rosca en esta.
Tornillo ajustado y comprobado, aunque como se puede ver, con una cabeza demasiado grande.
Movimiento limpio y preparado para su aceitado y armado.
Fijaros; en esta foto se aprecia cómo se va formando la pirámide, cada vez que se monta un puente o platina. Curioso ensamblado y disposición de las piezas.
Curioso trinquete, acostumbrado a ver la típica forma que todos los fabricantes utilizan, la verdad es; que no me percaté de él en el desmontaje.
Sistema de la carga automática del movimiento montado.
Comprobando el funcionamiento del sistema de carga automática. Fijaros en lo enmarcado, se puede apreciar como encaja la pinza de cangrejo, en este momento gira la rueda de transmisión del la carga automática como indica la flecha. En la fotografía de abajo, cambio de pinza y de dirección.
¿Os acordáis que monté un tornillo mecanizado por mí, pero que tenía la cabeza muy grande?. Pues bien, tuve que reducir esta cabeza con la dremel tal y como os muestro en la fotografía, ya que, cuando continué con el montaje del movimiento, el dial de la fecha rozaba con ésta.
Todo el mecanismo del cambio de los diales montado.
Pulsando la corona de remontuar, conseguimos empujar la tija hacia el centro del movimiento y a través de este desplazamiento y mediante el accionamiento de un tirete, conseguimos con la punta de éste, empujar el dentado que permite girar el dial y así realizar el cambio de fecha.
Los dos diales montados, fecha y día.
Colocando el tornillo que sujeta a la maza de la carga automática, podemos comprobar que se el sistema de carga automática funciona bien. Una vez comprobado y para ahorrar tiempo, con el tornillo (1) que sujeta el rochete al árbol del tambor, podemos cargar el muelle real y comprobar si el reloj funciona.
Limpiando el bisel donde pegaré el nuevo cristal.
Limpiando las agujas, puliéndolas y preparándolas para relumear.
Agujas relumeadas y listas para montar.
Reloj montado y funcionando bien, con una desviación aceptable +/- 12” día, pero; el problema está enmarcado en la foto. El dial de la semana no realiza bien el cambio, esto ya sucedía antes de desmontar el reloj, se puede apreciar en la foto que hice al reloj antes de comenzar con el proyecto. Bueno, tenía que ver si era o no capaz de solucionar el problema, así que, tuve que desmontar la esfera, diales y observar por qué no terminaba de cambiar. En principio y según mis ojos entendieron, parecía ser, como si a la uña que realizaba el giro para provocar el cambio del dial de la semana, le faltase 0,01mm de longitud, curioso. Bueno realice distintas pruebas antes de ratificar que este era el problema hasta que pude cerciorarme de que sí, ese era el problema.
Con una broca de 0.30 hice dos perforaciones en el lateral que forma la uña, (tiento, cuidado, delicadeza y paciencia). Cando ya tuve estas dos perforaciones, conseguí con ello, reducir la dureza de la pieza en ese punto, así como, su rigidez. Una vez llegado aquí con dos alicates de punta plana (para no dañar la pieza), estiré la uña, realizando la fuerza como señalo en la foto. Esto fue suficiente para conseguir alargar la uña el 0´01mm aproximadamente que necesitaría. Cuando hablo de los 0’01mm lo hago de manera virtual e imaginaria, no tengo ningún útil para medir con esta precisión, pero la referencia de lo que podía estirar esta uña, venía marcada por el dial de la fecha, esta uña hace también el cambio de este dial.
Bueno con esta modificación en la uña de esta pieza, conseguí que ambos diales trabajaran correctamente, así que, después de unos cuantos ratos de lijado de la caja, pegado del cristal el reloj pedía a gritos su montaje.
Como no tengo prensa ni tases de cerrar cajas y biseles, me fabriqué un tas con un trozo de tubo de PVC blindado (tubo PVC de instalador electricista, los manguitos de estos y los tubo tienen medidas muy apropiadas para realizar este trabajo) y cerré la caja y su cristal como se ve en la fotografía.
Comprobando su funcionamiento antes de atornillar la masa oscilante.
Probando la maquinaria al completo. Creo que este movimiento es un poco caprichoso, tiene sus teclas y pegas. La verdad no me ha sido nada cómodo trabajar con él, desde su agarre al porta máquinas, hasta su ajuste, aceitado y calibrado han sido más complicados y difíciles de todo lo que llevo realizado hasta ahora.
Cuando entregué el reloj a su dueño, no supo que decirme ni como agradecerme el trabajo. Bueno, espero que os haya entretenido con este proyecto que tan a gusto me ha hecho pasar este tiempo.