Mr. Bones
Well-known member
No hay acentos ni enies, sepan disculpar.
Muchas veces sucede que nos encontramos en medio de la vida sin saber muy bien que hacer. En esa misma circunstancia, sin tener claro que hacer y sin dinero, se encontro Richard Savoy ( en 1967 tenia 25 anios ) cuando abrio las puertas de la mitica y legendaria libreria Green Apple, que junto a la City Lights forman el duo de Booksellers y Bookeditions mas prestigioso de San Francisco.
La Green Apple hoy dia tiene dos amplios locales: uno para libros nuevos y otro para usados. Las fotos corresponden al viejo local que se conserva tal y como Savoy lo alquilo en 1967. Si bien Savoy vendio la libreria en 1999 siguio trabajando en ella hasta 2009 acompaniando a los tres nuevos duenios, muy jovenes los tres - no superan los 40 - y que por suerte siguen con la mistica, desorden, informalidad y desparpajo ( medias, muniecos, libros, cuadros, revistas, Long Plays, lapices, bolsas, recortes de periodicos, carteles escritos a mano.... ) y gracias a los Dioses mucha gente con ganas de buscar y rebuscar en los escaparates textos para despertar las digitalizadas neuronas.
Muchas veces sucede que nos encontramos en medio de la vida sin saber muy bien que hacer. En esa misma circunstancia, sin tener claro que hacer y sin dinero, se encontro Richard Savoy ( en 1967 tenia 25 anios ) cuando abrio las puertas de la mitica y legendaria libreria Green Apple, que junto a la City Lights forman el duo de Booksellers y Bookeditions mas prestigioso de San Francisco.
La Green Apple hoy dia tiene dos amplios locales: uno para libros nuevos y otro para usados. Las fotos corresponden al viejo local que se conserva tal y como Savoy lo alquilo en 1967. Si bien Savoy vendio la libreria en 1999 siguio trabajando en ella hasta 2009 acompaniando a los tres nuevos duenios, muy jovenes los tres - no superan los 40 - y que por suerte siguen con la mistica, desorden, informalidad y desparpajo ( medias, muniecos, libros, cuadros, revistas, Long Plays, lapices, bolsas, recortes de periodicos, carteles escritos a mano.... ) y gracias a los Dioses mucha gente con ganas de buscar y rebuscar en los escaparates textos para despertar las digitalizadas neuronas.