Introducción:
Mientras que los navegantes de la Luftwaffe llevaban los enormes relojes de observador, los pilotos solían portar cronógrafos. Estos fueron fabricados principalmente por Uhrenfabrik AG Tutima de Glashütte, en Sajonia y por Hanhart de Schweningen, en el Neckar. Las piezas eran similares en apariencia, aunque se produjeron numerosas variantes de caja. La marcación de tiempos se llevaba a cabo mediante un bisel rotativo, con un punto rojo ( O en modelos más antiguos con una flecha luminosa ), que al alinearse con la aguja minutera indicaba los tiempos de vuelo y las distancias recorridas. También era posible tomar medidas más precisas, hasta de 30 minutos, con las funciones del cronógrafo. En la mayoría de los casos, no llevaban ninguna marca que los identificara como militares, y eran entregados de acuerdo a la misión acometida y retirados cuando ya no eran necesarios...
En la foto de la Izda, un piloto relata un combate luciendo su Tutima calibre 59. A la Dcha, un Hanhart calibre 40 modelo inicial ( Con flecha en el bisel )
La similar apariencia externa se debía a que había que cumplir una serie de requisitos; debían ser extremadamente legibles, incluso en las peores condiciones de iluminación, con lo que se impusieron las esferas negras con agujas y números árabes cubiertos de Radio. Los fondos eran roscados, y a veces además pegados o soldados para una mejor protección frente a la suciedad y polvo.
Este tipo de relojes no fueron empleados por todos los pilotos; algunos prefirieron usar relojes civiles aunque no fueran cronógrafos.
Los relojes:
La compañía Hanhart construyó su primer cronógrafo de aviación en 1939, y probablemente produjera la mayor parte de las unidades en servicio. Tutima empezó su producción en 1941. Apenas perduran ejemplares iniciales con la flecha en el bisel. Aquellos con movimientos dorados producidos por Tutimason también escasos. El movimiento de los Ti¡utima era el UROFA ( Uhren-Rohwerke-Fabrik Glashütte AG ) calibre 19, de 17 rubíes y ocasionalmente protegido por un mecanismo antichoque.
Hanhart produjo variantes con un solo pulsador, lo que sólo permitía una toma de tiempos y su correspondiente reseteo. Las versiones de dos pulsadores, el de arriba empezaba a medir el tiempo, que podía ser parado y vuelto a empezar desde ese punto ( tiempos añadidos ). El pulsador inferior permitío el reseteo a cero durante la medida ( Función Flyback ). El pulsador inferior se pintaba con el mismo rojo que el punto del bisel.
En la foto de arriba dos pilotos celebran las victorias de 1940 con sus cronógrafos en la muñeca. Debajo, tres Hanhart; Un monopulsante cal. 40 y dos de dos pulsadores cal. 41 con y sin bisel
Detalle de los movimientos, con volantes contrapesados y antichoque. El pulsador inferior era de color rojo para prevenir su accionamiento accidental.
Los "experten" y sus cronógrafos; a la Izda los comodoros Raduchs y Jabs, jefes de la NJG. A la Dcha, el comodoro Prinz zu Sayn-Wittgenstein, jefe de la NJG2.
Un Hanhart monopulsante en la muñeca de este piloto de Heinkel 111.....
...y el reloj en detalle ( Versión sin bisel )
Modelos de Tutima producidos entre 1940 y 1945. Todas las terminaciones de los movimientos posibles; dorados, plateados, en niquel y mezcla, con y sin antichoque. También es patente la evolución de las cajas.
El reloj de un as; el mayor Priller con su Tutima, movimiento Urofa cal 59 con antichoque
Priller, un hombre de honor:
En el aeródromo cercano a Lille, el comandante de Ala Josef «Pips» Priller y el sargento Heinz Wodarczyk corrieron hacia sus dos solitarios cazas FW-190.
Habían telefoneado desde el 2° Cuerpo de Cazas de la Luftwaffe.
—Priller, la invasión ha comenzado. Sería conveniente que fuera hacia allí —dijo el oficial de operaciones.
Priller explotó:
—¡Ahora me dicen esto! ¡Se han vuelto locos! ¿Qué diablos creen que puedo hacer con dos aviones? ¿Dónde están mis escuadrones? ¿Pueden hacerlos volver?
El oficial de operaciones se mantuvo imperturbable.
—Priller, aún no sabemos exactamente dónde han aterrizado sus escuadrones, pero vamos a trasladarlos al campo de Poix. Mande inmediatamente allí a todo su personal de tierra. Mientras tanto, haría bien en dirigirse al área de invasión. Buena suerte, Priller —dijo el oficial con suavidad.
Con toda la paciencia de la que era capaz en esos momentos de indignación, Priller preguntó:
—¿Le importaría decirme dónde se ha realizado la invasión?
El oficial, sin enfadarse, contestó:
—En Normandía, Pips. En algún lugar encima de Caen.
Priller tardó casi una hora en hacer los preparativos necesarios para el traslado de su personal de tierra. Ahora él y Wodarczyk estaban preparados para realizar el único ataque diurno de la Luftwaffe contra la invasión....
Antes de subir a su avión, Priller dijo a su compañero:
—Escucha. Estamos los dos solos. No podemos separarnos. Por el amor de Dios, haz lo que yo haga. Vuela detrás de mí y sigue todos mis movimientos.
Estuvieron juntos largo rato, y Priller creyó que debía hablar con claridad.
—Vamos a ir solos y no creo que regresemos.
Partieron a las nueve de la mañana (las ocho para Priller). Se dirigió directamente hacia poniente, volando a muy baja altura. Sobre Abbeville comenzaron a ver sobre ellos a los cazas aliados. Priller observó que no volaban en formación cerrada, como debían haberlo hecho. Pensó: «Si tuviera unos cuantos aviones, los barría». Al acercarse a El Havre, tomaron altura para ocultarse entre las nubes. Volaron unos cuantos minutos más y salieron de la capa nubosa. Debajo de ellos vieron la fantástica flota de centenares de barcos de toda clase y tamaño, que se extendía interminablemente por el Canal de la Mancha. Priller vio la procesión de barcazas de desembarco que se dirigía a la orilla cargadas de hombres, y las explosiones de las bombas sobre las playas y en el interior. La arena estaba punteada de tropas, tanques y equipo de toda clase. Priller se adentró de nuevo entre las nubes para considerar lo que debía hacer. Había tantos aviones, tantos acorazados, tantos hombres en las playas, que calculó que sólo podría dar una pasada antes de que lo derribasen.
Ahora no era necesario mantener silencio radiofónico. Priller, casi con alegría, dijo por el micrófono:
—¡Qué espectáculo! ¡Qué espectáculo! ¡Hay de todo aquí, mires hacia donde mires! Créame, es la invasión—. Luego añadió: —Wodarczyk, ¡vamos allá! ¡Buena suerte!
Se lanzaron en picado sobre las playas del sector británico a una velocidad de seiscientos kilómetros por hora, llegando a menos de treinta metros del suelo. Priller no tuvo tiempo de apuntar. Se limitó a apretar el gatillo de su palanca de control. Al volar tan bajo sobre las cabezas de los soldados pudo ver cómo las levantaban, asombrados.
En la playa Sword, Philippe Kieffer, comandante de los comandos franceses, vio acercarse los aviones. Se puso a cubierto. Seis prisioneros alemanes aprovecharon la confusión del momento e intentaron huir. Los hombres de Kieffer los abatieron rápidamente. En la playa Juno, el soldado Robert Rogge, de la 8ª Brigada de Infantería canadiense, oyó el ruido de los aviones y los «vio pasar tan bajos que pude ver claramente las caras de los pilotos». Se tiró al suelo como los demás pero consiguió ver a un hombre «que seguía tranquilamente de pie, sin dejar de disparar su Sten». En el límite oriental de la playa Omaha, el teniente William J. Eisemann, de la Marina estadounidense, se quedó boquiabierto al ver pasar ametrallando a los dos FW-190. Desde el H.M.S. Dunbar, el fogonero Robert Dowie observó que todos los cañones antiaéreos de la flota abrían fuego sobre Priller y Wodarczyk. Los dos cazas pasaron sin sufrir daño alguno, giraron en dirección a tierra y se adentraron entre las nubes.
—Aunque sean Alemanes, les deseo mucha suerte. Se necesita tener narices para hacer esto —dijo Dowie.
En la foto ( no de muy buena calidad ) el singular as de la luftwaffe y experten con el Fw 190A-5 marcado con el ''13 negro'' que aparece detras , por lo que cabe deducir que no tenia nada de supersticioso ( 13 y ademas negro ...ya solo le faltaba salir solo los martes 13 ).
esta delante de BMW de la época descapotable en algun aérodromo en Francia.
En esta foto con su tercer 13 ''negro'' este A-8 es ( parece ) el que utilizó durante los primeros dias de la campaña de Normandia, aunque aun por hoy sigue sin confirmarse si este avión es con el realizó su famosa ''pasada inmortal'' sobre la cabeza de playa.
Se puede ver su emblema personal ( el nombre de su mujer Jutta escrito srobre el as de corazones ), tambien el detalle de la pintura del numeral es algo distinta y la barra que lo identifica como kommodore ( que en esta foto sacada de google no se aprecia )
Josef ''pips'' Priller confirmaria 101 derribos en el frente occidental ) la mayoria con la JG 26 y su Fw 190 ) alcanzando el empleo de coronel.
una cruz de caballero con hojas de roble y espadas colgando de su cuello dando fé de su buen hacer.
en 1944 ya era Geschwaderkommodore de la JG 26 ...un magnifico as.
Acabada la guerra, regentó una cervecera hasta su muerte de un ataque al corazón en Böbing, Bavaria, en 1961.
Pronto veremos los cronógrafos de otras nacionalidades de la Luftwaffe.
Mientras tanto, gracias por mirar, espero os guste.
Saludos
Fuentes:
http://www.portierramaryaire.com/foro/viewtopic.php?=&p=37301
http://personal.telefonica.terra.es/web/joseangelsasasa/imagenes pag web/Priller G.jpg
http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?t=3892
http://en.wikipedia.org/wiki/Josef_Priller
Military Timepieces; Konrad Knirim, Ed. POMP
Mientras que los navegantes de la Luftwaffe llevaban los enormes relojes de observador, los pilotos solían portar cronógrafos. Estos fueron fabricados principalmente por Uhrenfabrik AG Tutima de Glashütte, en Sajonia y por Hanhart de Schweningen, en el Neckar. Las piezas eran similares en apariencia, aunque se produjeron numerosas variantes de caja. La marcación de tiempos se llevaba a cabo mediante un bisel rotativo, con un punto rojo ( O en modelos más antiguos con una flecha luminosa ), que al alinearse con la aguja minutera indicaba los tiempos de vuelo y las distancias recorridas. También era posible tomar medidas más precisas, hasta de 30 minutos, con las funciones del cronógrafo. En la mayoría de los casos, no llevaban ninguna marca que los identificara como militares, y eran entregados de acuerdo a la misión acometida y retirados cuando ya no eran necesarios...
En la foto de la Izda, un piloto relata un combate luciendo su Tutima calibre 59. A la Dcha, un Hanhart calibre 40 modelo inicial ( Con flecha en el bisel )
La similar apariencia externa se debía a que había que cumplir una serie de requisitos; debían ser extremadamente legibles, incluso en las peores condiciones de iluminación, con lo que se impusieron las esferas negras con agujas y números árabes cubiertos de Radio. Los fondos eran roscados, y a veces además pegados o soldados para una mejor protección frente a la suciedad y polvo.
Este tipo de relojes no fueron empleados por todos los pilotos; algunos prefirieron usar relojes civiles aunque no fueran cronógrafos.
Los relojes:
La compañía Hanhart construyó su primer cronógrafo de aviación en 1939, y probablemente produjera la mayor parte de las unidades en servicio. Tutima empezó su producción en 1941. Apenas perduran ejemplares iniciales con la flecha en el bisel. Aquellos con movimientos dorados producidos por Tutimason también escasos. El movimiento de los Ti¡utima era el UROFA ( Uhren-Rohwerke-Fabrik Glashütte AG ) calibre 19, de 17 rubíes y ocasionalmente protegido por un mecanismo antichoque.
Hanhart produjo variantes con un solo pulsador, lo que sólo permitía una toma de tiempos y su correspondiente reseteo. Las versiones de dos pulsadores, el de arriba empezaba a medir el tiempo, que podía ser parado y vuelto a empezar desde ese punto ( tiempos añadidos ). El pulsador inferior permitío el reseteo a cero durante la medida ( Función Flyback ). El pulsador inferior se pintaba con el mismo rojo que el punto del bisel.
En la foto de arriba dos pilotos celebran las victorias de 1940 con sus cronógrafos en la muñeca. Debajo, tres Hanhart; Un monopulsante cal. 40 y dos de dos pulsadores cal. 41 con y sin bisel
Detalle de los movimientos, con volantes contrapesados y antichoque. El pulsador inferior era de color rojo para prevenir su accionamiento accidental.
Los "experten" y sus cronógrafos; a la Izda los comodoros Raduchs y Jabs, jefes de la NJG. A la Dcha, el comodoro Prinz zu Sayn-Wittgenstein, jefe de la NJG2.
Un Hanhart monopulsante en la muñeca de este piloto de Heinkel 111.....
...y el reloj en detalle ( Versión sin bisel )
Modelos de Tutima producidos entre 1940 y 1945. Todas las terminaciones de los movimientos posibles; dorados, plateados, en niquel y mezcla, con y sin antichoque. También es patente la evolución de las cajas.
El reloj de un as; el mayor Priller con su Tutima, movimiento Urofa cal 59 con antichoque
Priller, un hombre de honor:
En el aeródromo cercano a Lille, el comandante de Ala Josef «Pips» Priller y el sargento Heinz Wodarczyk corrieron hacia sus dos solitarios cazas FW-190.
Habían telefoneado desde el 2° Cuerpo de Cazas de la Luftwaffe.
—Priller, la invasión ha comenzado. Sería conveniente que fuera hacia allí —dijo el oficial de operaciones.
Priller explotó:
—¡Ahora me dicen esto! ¡Se han vuelto locos! ¿Qué diablos creen que puedo hacer con dos aviones? ¿Dónde están mis escuadrones? ¿Pueden hacerlos volver?
El oficial de operaciones se mantuvo imperturbable.
—Priller, aún no sabemos exactamente dónde han aterrizado sus escuadrones, pero vamos a trasladarlos al campo de Poix. Mande inmediatamente allí a todo su personal de tierra. Mientras tanto, haría bien en dirigirse al área de invasión. Buena suerte, Priller —dijo el oficial con suavidad.
Con toda la paciencia de la que era capaz en esos momentos de indignación, Priller preguntó:
—¿Le importaría decirme dónde se ha realizado la invasión?
El oficial, sin enfadarse, contestó:
—En Normandía, Pips. En algún lugar encima de Caen.
Priller tardó casi una hora en hacer los preparativos necesarios para el traslado de su personal de tierra. Ahora él y Wodarczyk estaban preparados para realizar el único ataque diurno de la Luftwaffe contra la invasión....
Antes de subir a su avión, Priller dijo a su compañero:
—Escucha. Estamos los dos solos. No podemos separarnos. Por el amor de Dios, haz lo que yo haga. Vuela detrás de mí y sigue todos mis movimientos.
Estuvieron juntos largo rato, y Priller creyó que debía hablar con claridad.
—Vamos a ir solos y no creo que regresemos.
Partieron a las nueve de la mañana (las ocho para Priller). Se dirigió directamente hacia poniente, volando a muy baja altura. Sobre Abbeville comenzaron a ver sobre ellos a los cazas aliados. Priller observó que no volaban en formación cerrada, como debían haberlo hecho. Pensó: «Si tuviera unos cuantos aviones, los barría». Al acercarse a El Havre, tomaron altura para ocultarse entre las nubes. Volaron unos cuantos minutos más y salieron de la capa nubosa. Debajo de ellos vieron la fantástica flota de centenares de barcos de toda clase y tamaño, que se extendía interminablemente por el Canal de la Mancha. Priller vio la procesión de barcazas de desembarco que se dirigía a la orilla cargadas de hombres, y las explosiones de las bombas sobre las playas y en el interior. La arena estaba punteada de tropas, tanques y equipo de toda clase. Priller se adentró de nuevo entre las nubes para considerar lo que debía hacer. Había tantos aviones, tantos acorazados, tantos hombres en las playas, que calculó que sólo podría dar una pasada antes de que lo derribasen.
Ahora no era necesario mantener silencio radiofónico. Priller, casi con alegría, dijo por el micrófono:
—¡Qué espectáculo! ¡Qué espectáculo! ¡Hay de todo aquí, mires hacia donde mires! Créame, es la invasión—. Luego añadió: —Wodarczyk, ¡vamos allá! ¡Buena suerte!
Se lanzaron en picado sobre las playas del sector británico a una velocidad de seiscientos kilómetros por hora, llegando a menos de treinta metros del suelo. Priller no tuvo tiempo de apuntar. Se limitó a apretar el gatillo de su palanca de control. Al volar tan bajo sobre las cabezas de los soldados pudo ver cómo las levantaban, asombrados.
En la playa Sword, Philippe Kieffer, comandante de los comandos franceses, vio acercarse los aviones. Se puso a cubierto. Seis prisioneros alemanes aprovecharon la confusión del momento e intentaron huir. Los hombres de Kieffer los abatieron rápidamente. En la playa Juno, el soldado Robert Rogge, de la 8ª Brigada de Infantería canadiense, oyó el ruido de los aviones y los «vio pasar tan bajos que pude ver claramente las caras de los pilotos». Se tiró al suelo como los demás pero consiguió ver a un hombre «que seguía tranquilamente de pie, sin dejar de disparar su Sten». En el límite oriental de la playa Omaha, el teniente William J. Eisemann, de la Marina estadounidense, se quedó boquiabierto al ver pasar ametrallando a los dos FW-190. Desde el H.M.S. Dunbar, el fogonero Robert Dowie observó que todos los cañones antiaéreos de la flota abrían fuego sobre Priller y Wodarczyk. Los dos cazas pasaron sin sufrir daño alguno, giraron en dirección a tierra y se adentraron entre las nubes.
—Aunque sean Alemanes, les deseo mucha suerte. Se necesita tener narices para hacer esto —dijo Dowie.
En la foto ( no de muy buena calidad ) el singular as de la luftwaffe y experten con el Fw 190A-5 marcado con el ''13 negro'' que aparece detras , por lo que cabe deducir que no tenia nada de supersticioso ( 13 y ademas negro ...ya solo le faltaba salir solo los martes 13 ).
esta delante de BMW de la época descapotable en algun aérodromo en Francia.
En esta foto con su tercer 13 ''negro'' este A-8 es ( parece ) el que utilizó durante los primeros dias de la campaña de Normandia, aunque aun por hoy sigue sin confirmarse si este avión es con el realizó su famosa ''pasada inmortal'' sobre la cabeza de playa.
Se puede ver su emblema personal ( el nombre de su mujer Jutta escrito srobre el as de corazones ), tambien el detalle de la pintura del numeral es algo distinta y la barra que lo identifica como kommodore ( que en esta foto sacada de google no se aprecia )
Josef ''pips'' Priller confirmaria 101 derribos en el frente occidental ) la mayoria con la JG 26 y su Fw 190 ) alcanzando el empleo de coronel.
una cruz de caballero con hojas de roble y espadas colgando de su cuello dando fé de su buen hacer.
en 1944 ya era Geschwaderkommodore de la JG 26 ...un magnifico as.
Acabada la guerra, regentó una cervecera hasta su muerte de un ataque al corazón en Böbing, Bavaria, en 1961.
Pronto veremos los cronógrafos de otras nacionalidades de la Luftwaffe.
Mientras tanto, gracias por mirar, espero os guste.
Saludos
Fuentes:
http://www.portierramaryaire.com/foro/viewtopic.php?=&p=37301
http://personal.telefonica.terra.es/web/joseangelsasasa/imagenes pag web/Priller G.jpg
http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?t=3892
http://en.wikipedia.org/wiki/Josef_Priller
Military Timepieces; Konrad Knirim, Ed. POMP