Cuando estaba pequeño mis padres me compraban de todo lo que quería, cualquiera diría que era un malcriado pero no, no siempre pedía cosas porque era consiente de que la situación no era para pedir y pedir, era para pedir y esperar si quieran o no darme o más bien si podían, desde muy pequeño me gustaban los autos y con razón son maquinas hermosas y potentes, pero el punto es que en ocasiones mis padres no podían comprarme algún carrito que quería entonces tomaba la iniciativa y lo hacia yo mismo con materiales que conseguía en casa, de allí fue de donde desarrolle mi gran amor por la mecánica y por el diseño de vehículos, amor queme ha llevado lejos.