Mr. Bones
Well-known member
Sin ser manufactura de mi devoción ni ser los Omega relojes que me quiten el sueño hay en mi colejuntación dos: uno llegado del Botxo hace ya un par de años ( envío de mi entonces compi y actual hermana de la vida AbderramanII ); y el otro cooptado en los '90 cuando el dinero sobraba y una podía dar rienda suelta a los caprichos caros.
Casualidades: tanto éste que presento como el Omega Dynamic de Abde se abren por el frente - sacando el cristal con un artefacto que parece una pompa de bicicleta - Disculparán ustedes la carencia de terminología relojera.
De seguro que eso de la pompa tiene otra palabra que lo define y describe como se debe.
Recuerdo haber visto que en la revisión de éste que presento acá el relojero le sacó la corona, le puso una manguerita y apretó como un inflador.... el cristal saltó por los aires. No se rompió de pura casualidad.
Mi Omega Seamaster de Ville es muy elegante. Quizás es el reloj más elegante que hizo Omega jamás. Tiene unas lineas preciosas, muy armoniosas; un dorado delicado, una esfera color nacar y unos índices que clavan su presencia sin aturdir la vista. El reloj es pequeño... un cadete indefinido: para la época era grande para las señoras beats y pequeño para los adolescentes ocupados en dudas metódicas ( ¿ la mejor versión de Mr Postman es la de Marvelletes o la de Beatles ? ).
Este Seamaster de Ville es de 1962, mide sin corona 28 mm, su calibre es el 681 y por supuesto... va clavadísimo.
Es un reloj que uso poco y nada. No ha sido fabricado para la rudeza de mi muñeca - pues someto a mis pobres piezas a toda clase de tormentos - y creo que luego de tantos años conmigo aún pienso que no ha sido una buena compra.
Igual cada tanto sale.
El reloj y yo fuimos hace unos días a ver la muestra fotográfica de Werner Bischof en Buenos Aires. Bischof fue uno de los grandes fotoreporteros sociales del siglo XX y está considerado como el mas influyente profesional de la fotografía social de la última mital del siglo pasado.
No me quería perder la ocasión de ir a verla.
Gracias por leer y ver.
Buena semana
Casualidades: tanto éste que presento como el Omega Dynamic de Abde se abren por el frente - sacando el cristal con un artefacto que parece una pompa de bicicleta - Disculparán ustedes la carencia de terminología relojera.
De seguro que eso de la pompa tiene otra palabra que lo define y describe como se debe.
Recuerdo haber visto que en la revisión de éste que presento acá el relojero le sacó la corona, le puso una manguerita y apretó como un inflador.... el cristal saltó por los aires. No se rompió de pura casualidad.
Mi Omega Seamaster de Ville es muy elegante. Quizás es el reloj más elegante que hizo Omega jamás. Tiene unas lineas preciosas, muy armoniosas; un dorado delicado, una esfera color nacar y unos índices que clavan su presencia sin aturdir la vista. El reloj es pequeño... un cadete indefinido: para la época era grande para las señoras beats y pequeño para los adolescentes ocupados en dudas metódicas ( ¿ la mejor versión de Mr Postman es la de Marvelletes o la de Beatles ? ).
Este Seamaster de Ville es de 1962, mide sin corona 28 mm, su calibre es el 681 y por supuesto... va clavadísimo.
Es un reloj que uso poco y nada. No ha sido fabricado para la rudeza de mi muñeca - pues someto a mis pobres piezas a toda clase de tormentos - y creo que luego de tantos años conmigo aún pienso que no ha sido una buena compra.
Igual cada tanto sale.
El reloj y yo fuimos hace unos días a ver la muestra fotográfica de Werner Bischof en Buenos Aires. Bischof fue uno de los grandes fotoreporteros sociales del siglo XX y está considerado como el mas influyente profesional de la fotografía social de la última mital del siglo pasado.
No me quería perder la ocasión de ir a verla.
Gracias por leer y ver.
Buena semana