Pero vamos a ver. Vamos a abrir nuestro corazón y ser absolutamente sinceros.
¿Para qué vale un plumín flexible? ¿Para qué vale DE VERDAD?
(Ojo, no tiene por qué valer para absolutamente nada y aún así hacer feliz a aquel que lo compra. Si me dieran un euro por cada cosa inútil que tengo o he comprado, podría vivir de las rentas...)
A lo que me refiero (en un intento absurdo por polemizar, ya lo sé), es a si alguien que tenga un plumín flexible lo coge y se pone a escribir con él. Me refiero a escribir durante una, dos, o tres horas seguidas.
¿O no es menos cierto que coge uno un plumín flexible, llena una o dos páginas de letras bonitas a modo de rótulos más o menos de fantasía y luego la guarda?
Lo digo desde la ignorancia, y porque me acabo de comprar una Namiki Falcon (ya, ya sé que me repito, la morcilla también repite, y los pimientos, pero juntos forman un gran bocadillo), y es delicioso hacer los trazos flexibles, ora grueso, ora fino, pero al final, después de un par de páginas, uno dice "Vale, ahora voy a escribir", y entonces guarda la flexible en su caja y coge sus otras estilográficas y se pone a escribir de verdad.
(Cuando digo "de verdad" me refiero a durante un período de tiempo largo. No me refiero a que escriba cosas que tengan el más mínimo sentido o calidad. Que más quisiera...)
Aunque sigo muy contento con mi Falcon. Claro que ya se sabe que al principio de una relación todo es entusiasmo...