roberzalmi
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En la quedada asturiana (estupenda, por cierto) hablando de la restauración de no se que reloj de torre se dijo que un diente se habia restaurado y habia quedado que no se notaba nada.
Yo, que no soy ni experto en arte ni en restauración pero si afcionado, he oido, y me parece lógico, que cuando se restaura una obra de arte la restauración se hace con dos máximas:
1.- La restauración debe ser reversible, es decir, el elemento añadido debe poder ser eliminado sin dañar el original (o minimizando el daño dado que siempre algo hay que intervenir en el original). Este principio me parece lógico ya que quien restaura no debe olvidar que la restauración que él está hacierdo puede no ser la más adecuada pasados unos años y no se debe por tanto otorgar el honor de modificar para la posteridad algo que tiene un gran valor ya sea económico o sentimental.
2.- En ningún momento se debe tratar de confundir lo original con lo restaurado, es decir, quien observe la restauración debe poder distinguir perfectamente lo que es original de lo que es restaurado. Al realizar una restauración lo que debe procurarse es volver a ver el conjunto de la obra original, pero esto no debe confundirse con tratar de ver el original ya que el original nunca se volverá a ver. Pongo un ejemplo: si a un reloj se le restaura una parte de la caja pongamos añadiéndole una de las patas donde se ancla el pasador de la correa esta pata debe ser lo más fiel posible a la original, pero debe dejarse por ejemplo una ligera diferencia en el pulido de manera que al fijarse se observe claramente que no es la original. Este principio parece lógico ya que de lo contrario estariamos ante la falsificación de una parte del original.
Por otro lado la restauración debe quedar perfectamente documentada encuanto a materiales, técnicas, piezas y alcance de la misma para que quien compre esa pieza o quien haga una posterior restauración pueda saber exactemente que es lo que hay de original o de restaurado.
Me gustaria conocer vuestra opinion al respecto.
Yo, que no soy ni experto en arte ni en restauración pero si afcionado, he oido, y me parece lógico, que cuando se restaura una obra de arte la restauración se hace con dos máximas:
1.- La restauración debe ser reversible, es decir, el elemento añadido debe poder ser eliminado sin dañar el original (o minimizando el daño dado que siempre algo hay que intervenir en el original). Este principio me parece lógico ya que quien restaura no debe olvidar que la restauración que él está hacierdo puede no ser la más adecuada pasados unos años y no se debe por tanto otorgar el honor de modificar para la posteridad algo que tiene un gran valor ya sea económico o sentimental.
2.- En ningún momento se debe tratar de confundir lo original con lo restaurado, es decir, quien observe la restauración debe poder distinguir perfectamente lo que es original de lo que es restaurado. Al realizar una restauración lo que debe procurarse es volver a ver el conjunto de la obra original, pero esto no debe confundirse con tratar de ver el original ya que el original nunca se volverá a ver. Pongo un ejemplo: si a un reloj se le restaura una parte de la caja pongamos añadiéndole una de las patas donde se ancla el pasador de la correa esta pata debe ser lo más fiel posible a la original, pero debe dejarse por ejemplo una ligera diferencia en el pulido de manera que al fijarse se observe claramente que no es la original. Este principio parece lógico ya que de lo contrario estariamos ante la falsificación de una parte del original.
Por otro lado la restauración debe quedar perfectamente documentada encuanto a materiales, técnicas, piezas y alcance de la misma para que quien compre esa pieza o quien haga una posterior restauración pueda saber exactemente que es lo que hay de original o de restaurado.
Me gustaria conocer vuestra opinion al respecto.