Ha sucedido algo extraordinario. Resulta que tengo la manía de utilizar continuamente una bola de blue tack que continuamentre froto contra las piezas con las que estoy trabajando.
Os juro, por el speedy que algún día tendré, que lo que os voy a contar es verdad. Ya se que es increible, pero os prometo que es cierto.
Ayer estuve en el Centro Relojero buscando un tornillo de tirete, y hoy he buscado otro porque el que escogí no valía.
Al llegar a casa me he puesto con el reloj de Claudio, para el que he comprado ésta mañana un meulle real, ya que tengo el eje del volante de un sobre de ejes surtidos de BERGEON.
Cojo la bola de blue tack y comienzo a rodarla contra la pletina para limpiarla, y de repente empieza a brillar algo. ¿Que será? Miro, y con las pinzas lo saco, y aparece ¡el tornillo de tirete del HANHART!
Os prometo que había desgranado la bola en dos ocasiones buscando el tornillo y no apareció.
Os juro por lo más sagrado que lo que cuento es verdad. El tornillo ha decidido retornar del eter extradimensional.
Pedro, te tengo que devolver el tornillo que me he llevado, ya no me hace falta. Muchas gracias.