A mí me lo descubrió Álvaro hace unos meses; se ofreció a enseñármelo para que terminara de convencerme. No hizo falta, me lo compré sólo por las fotos. Una pasada de reloj.
Y por cierto, ayer en La Razón venía un artículo sobre relojes y aparecía precisamente éste, con una foto que debería estar tipificada como delito en el Código Penal. Y me pregunto si el periodista en cuestión no podía haberse puesto en contacto con Longines o buscar una buena fotografía de la web oficial. Vamos, que si yo soy Longines le llevo a los tribunales.
PD: Me voy de Guinness a la Plaza Mayor; me iba a llevar el Sinn 656, pero acabo de cambiar de opinión, el Legend con la correa de avestruz que mola mogollón, ea.