Quintiliano
New member
Hola a tod@s,
Leyendo el hilo sobre las falsificaciones y las imitaciones, recordé esta anécdota, que quisiera contar aquí, en un hilo aparte.
Hace muchos años que trato con frecuencia al dueño del negocio, un caballero de edad madura.
Un buen día hace unos meses, al entrar en su negocio, le veo puesto un Rolex Submariner nuevecito y además el modelo con el bisel verde h:
Naturalmente tuve que hacer un comentario. Desde mi posición el reloj resplandecía y no me pareció oportuno hacer la pregunta típica ("¿Es auténtico?") porque además, me cuadró perfectamente que aquel hombre tuviera ese reloj: un buen empresario, solvente, es perfectamente lógico que con el beneficio bien ganado de muchos años se consienta un pequeño lujo. Desde luego que sí. Y más en una pequeña ciudad como la mía donde las apariencias se miran más.
En otra ocasión pasado un tiempo me encuentro a este señor por la calle con el Rolex puesto y al sacar el tema del reloj (incluso iba ya a darle la dirección de este Foro) el hombre me dice que el reloj "no es bueno": es una falsificación.
Luego me cuenta que un día estando en un bar, llegó un vendedor ambulante y les ofreció unos cuantos relojes de aquellos, alegando que los originales costaban miles de euros y ellos en cambio podrían "aprovecharse", comprando aquellas copias magníficas por apenas 200 euros h:
No sé qué es peor, si haber pagado 200 euros por una porquería de falsificación o el daño moral de creer que ha hecho un buen negocio :666:
En fin, después de que me hubo dicho esto, y aquí viene mi reflexión que comparto con el Foro, creo que le perdí un poco el respeto a este señor... no en el sentido de estimarle un excelente profesional, que lo es, y un buen empresario... pero algo, algo dentro de mí, se decepcionó profundamente.
Lo triste no es que este señor lleve una falsificación pagada carísima. Lo triste es que podría llevar el original si quisiera. A fin de cuentas, pocas satisfacciones en la vida son tan asequibles como comprarse un buen reloj.
Un saludo
Leyendo el hilo sobre las falsificaciones y las imitaciones, recordé esta anécdota, que quisiera contar aquí, en un hilo aparte.
Hace muchos años que trato con frecuencia al dueño del negocio, un caballero de edad madura.
Un buen día hace unos meses, al entrar en su negocio, le veo puesto un Rolex Submariner nuevecito y además el modelo con el bisel verde h:
Naturalmente tuve que hacer un comentario. Desde mi posición el reloj resplandecía y no me pareció oportuno hacer la pregunta típica ("¿Es auténtico?") porque además, me cuadró perfectamente que aquel hombre tuviera ese reloj: un buen empresario, solvente, es perfectamente lógico que con el beneficio bien ganado de muchos años se consienta un pequeño lujo. Desde luego que sí. Y más en una pequeña ciudad como la mía donde las apariencias se miran más.
En otra ocasión pasado un tiempo me encuentro a este señor por la calle con el Rolex puesto y al sacar el tema del reloj (incluso iba ya a darle la dirección de este Foro) el hombre me dice que el reloj "no es bueno": es una falsificación.
Luego me cuenta que un día estando en un bar, llegó un vendedor ambulante y les ofreció unos cuantos relojes de aquellos, alegando que los originales costaban miles de euros y ellos en cambio podrían "aprovecharse", comprando aquellas copias magníficas por apenas 200 euros h:
No sé qué es peor, si haber pagado 200 euros por una porquería de falsificación o el daño moral de creer que ha hecho un buen negocio :666:
En fin, después de que me hubo dicho esto, y aquí viene mi reflexión que comparto con el Foro, creo que le perdí un poco el respeto a este señor... no en el sentido de estimarle un excelente profesional, que lo es, y un buen empresario... pero algo, algo dentro de mí, se decepcionó profundamente.
Lo triste no es que este señor lleve una falsificación pagada carísima. Lo triste es que podría llevar el original si quisiera. A fin de cuentas, pocas satisfacciones en la vida son tan asequibles como comprarse un buen reloj.
Un saludo