Veréis, os expongo aquí mi problema relojero, a ver si a alguien le ocurre algo parecido (o al menos hay algún psicólogo en el foro que pueda ayudarme :sarcastic
Hace 20 años yo era un tipo normal que disfrutaba de la vida, no tenía un duro, no tenía deudas y tampoco preocupaciones. Entonces me casé y recibí un buen reloj de buena marca como regalo de boda, elegido por mí a mi gusto. El mismo día de la petición de mano comencé a usarlo tan felíz, contento y orgulloso, y así siguió durante los siguientes 5 o 6 años diariamente en mi muñeca sin ningún problema, acumulando algunos inevitables golpecitos/rayas (tampoco nada preocupante) y terminando por romperse su correa original de cocodrilo. Desde ese momento me empecé a plantear usar otros relojes, y así fui comprando algún Casio, Citizen, Radiant, etc baratos. El reloj "bueno" se fue a su estuche en un cajon, bien guardado, de donde no volvió a salir más que en contadas ocasiones aunque, claro, con ello también sustituí la sana satisfacción de usarlo por un ansia de atesorarlo conservado, oculto y pepétuamente congelado en un desuso protector digna del mismísimo Gollum.
Y es que resulta que en algún momento comencé a plantearme el valor sentimental que tenía aquel reloj, por lo que perderlo sería una "catástrofe" que iría mucho más allá de su valor económico.
Guardado el reloj de la boda, unos años después comencé esta afición/pesadilla, por la que fueron llegando relojes usados de marcas diferentes, que algún tiempo después terminaban yéndose de nuevo en busca de un nuevo comprador, siempre en pos de una satisfacción que se ha demostrado inalcanzable, y casi siempre siguiendo un patrón común que explicaré a continuación:
- Relojes baratos, vamos, el típico reloj mecánico "vintage" o cuarzo económico en el entorno de los 30-50 euros: comprados sin demasiado cargo de conciencia, en algunos casos se quedaron, en otros los vendí despues sin problema.
- Relojes "caros": aquí es donde está el problema y el patrón de conducta "desviado". Aclaro que al decir caros me refiero a relojes usados de entre 300 € y 500 €, ya que nunca me atreví a ir más allá....
Fase 1. CRI Intensa sobre el reloj en cuestión que termina arrastrándome a su compra, una compra siempre inadecuada por lo innecesario de la pieza en cuestión (ya tenía reloj, vamos) y porque suponía endeudarse o quitar dinero del necesario ahorro o de gastos cotidianos más importantes.
Fase 2. ¡Ya tengo el reloj soñado, que bonito es!, me lo pongo el primer día... que maravilla (bueno, quizá en el escaparate de la joyería brillaba más, pero es precioso), está impecable, sería una pena que se rayase.
Fase 3. Es una tontería/temeridad usarlo a diario, lo importante es que ya lo tengo y es imprudente/innecesario usarlo a diario expuesto a los graves peligros que le acechan en una oficina (¿?), mejor lo guardo en el cajón y sigo sin miedo con mi reloj corriente (ponga Vd. ahí, Casio, Citizen, etc)
Fase 4. mira que gastarme 300 € en un reloj para tenerlo metido en un cajón, este mes me he pasado con las tarjetas y hay que hacer caja... ¿de donde?, voy a vender el reloj ese, total para lo que lo uso, no se ni para que me metí en el berenjenal de comprarlo...
Fase 5. (meses/años después) No entiendo porque vendí aquel reloj que me gustaba tanto... ¡con lo bonito que era!, mira como brilla ese igual en el escaparate de la joyería. Veamos, parece que en la web (X) hay un anuncio de uno usado a buen precio
Y así, en algún caso llegué a repetir compra. Eso sí, los comprados "de segundas" ya se quedaron en la cajita, pero, eso sí, sin usar. En otros casos eran relojes que me gustaban mucho y que nunca llegué a vender, pero que los he usado en contadísimas ocasiones y casí forzándome a mí mismo a hacerlo.
El colmo de la "manía" ha sido sentir la tentación de, en el caso de uno de mis favoritos que compré, vendí, y años después volví a comprar otra unidad impecable (que ahora duerme en su estuche el sueño de los justos), sentir la tentación, como digo, de comprar una segunda unidad, "de trote" para poderlo usar sin miedo a estropear la unidad actual... demencial (confieso que esto lo hice con un reloj de bajo precio que me gustaba mucho y que me daba pena usar, porque lo había comprado nuevo de stock de una joyería en liquidación con su estuche y todo, y no quería estropearlo. Me compré una segunda unidad "repe" que encontré por cuatro duros para usarlo sin miedo (ahora la uso alguna vez, de pascuas a ramos).
En resumen. Tras años de manía relojera he logrado tener una pequeña y humildísima colección en la que sobresalen 4 o 5 piezas un poquito mejores (ya digo que no se trata de Pateks ni nada por el estilo, me refiero a algún Omega, Longines, etc), pero éstas no las uso por miedo a estropearlas/perderlas, por lo que tampoco las disfruto...
"meanwhile", mi padre lleva desde los años 60 con un Omega cojonudo en su muñeca, un regalo de boda que ha sido el único reloj que ha usado a diario desde entonces. Mi padre es un hombre inteligente.
¿a alguien le ha pasado algo parecido?
Hace 20 años yo era un tipo normal que disfrutaba de la vida, no tenía un duro, no tenía deudas y tampoco preocupaciones. Entonces me casé y recibí un buen reloj de buena marca como regalo de boda, elegido por mí a mi gusto. El mismo día de la petición de mano comencé a usarlo tan felíz, contento y orgulloso, y así siguió durante los siguientes 5 o 6 años diariamente en mi muñeca sin ningún problema, acumulando algunos inevitables golpecitos/rayas (tampoco nada preocupante) y terminando por romperse su correa original de cocodrilo. Desde ese momento me empecé a plantear usar otros relojes, y así fui comprando algún Casio, Citizen, Radiant, etc baratos. El reloj "bueno" se fue a su estuche en un cajon, bien guardado, de donde no volvió a salir más que en contadas ocasiones aunque, claro, con ello también sustituí la sana satisfacción de usarlo por un ansia de atesorarlo conservado, oculto y pepétuamente congelado en un desuso protector digna del mismísimo Gollum.
Y es que resulta que en algún momento comencé a plantearme el valor sentimental que tenía aquel reloj, por lo que perderlo sería una "catástrofe" que iría mucho más allá de su valor económico.
Guardado el reloj de la boda, unos años después comencé esta afición/pesadilla, por la que fueron llegando relojes usados de marcas diferentes, que algún tiempo después terminaban yéndose de nuevo en busca de un nuevo comprador, siempre en pos de una satisfacción que se ha demostrado inalcanzable, y casi siempre siguiendo un patrón común que explicaré a continuación:
- Relojes baratos, vamos, el típico reloj mecánico "vintage" o cuarzo económico en el entorno de los 30-50 euros: comprados sin demasiado cargo de conciencia, en algunos casos se quedaron, en otros los vendí despues sin problema.
- Relojes "caros": aquí es donde está el problema y el patrón de conducta "desviado". Aclaro que al decir caros me refiero a relojes usados de entre 300 € y 500 €, ya que nunca me atreví a ir más allá....
Fase 1. CRI Intensa sobre el reloj en cuestión que termina arrastrándome a su compra, una compra siempre inadecuada por lo innecesario de la pieza en cuestión (ya tenía reloj, vamos) y porque suponía endeudarse o quitar dinero del necesario ahorro o de gastos cotidianos más importantes.
Fase 2. ¡Ya tengo el reloj soñado, que bonito es!, me lo pongo el primer día... que maravilla (bueno, quizá en el escaparate de la joyería brillaba más, pero es precioso), está impecable, sería una pena que se rayase.
Fase 3. Es una tontería/temeridad usarlo a diario, lo importante es que ya lo tengo y es imprudente/innecesario usarlo a diario expuesto a los graves peligros que le acechan en una oficina (¿?), mejor lo guardo en el cajón y sigo sin miedo con mi reloj corriente (ponga Vd. ahí, Casio, Citizen, etc)
Fase 4. mira que gastarme 300 € en un reloj para tenerlo metido en un cajón, este mes me he pasado con las tarjetas y hay que hacer caja... ¿de donde?, voy a vender el reloj ese, total para lo que lo uso, no se ni para que me metí en el berenjenal de comprarlo...
Fase 5. (meses/años después) No entiendo porque vendí aquel reloj que me gustaba tanto... ¡con lo bonito que era!, mira como brilla ese igual en el escaparate de la joyería. Veamos, parece que en la web (X) hay un anuncio de uno usado a buen precio
Y así, en algún caso llegué a repetir compra. Eso sí, los comprados "de segundas" ya se quedaron en la cajita, pero, eso sí, sin usar. En otros casos eran relojes que me gustaban mucho y que nunca llegué a vender, pero que los he usado en contadísimas ocasiones y casí forzándome a mí mismo a hacerlo.
El colmo de la "manía" ha sido sentir la tentación de, en el caso de uno de mis favoritos que compré, vendí, y años después volví a comprar otra unidad impecable (que ahora duerme en su estuche el sueño de los justos), sentir la tentación, como digo, de comprar una segunda unidad, "de trote" para poderlo usar sin miedo a estropear la unidad actual... demencial (confieso que esto lo hice con un reloj de bajo precio que me gustaba mucho y que me daba pena usar, porque lo había comprado nuevo de stock de una joyería en liquidación con su estuche y todo, y no quería estropearlo. Me compré una segunda unidad "repe" que encontré por cuatro duros para usarlo sin miedo (ahora la uso alguna vez, de pascuas a ramos).
En resumen. Tras años de manía relojera he logrado tener una pequeña y humildísima colección en la que sobresalen 4 o 5 piezas un poquito mejores (ya digo que no se trata de Pateks ni nada por el estilo, me refiero a algún Omega, Longines, etc), pero éstas no las uso por miedo a estropearlas/perderlas, por lo que tampoco las disfruto...
"meanwhile", mi padre lleva desde los años 60 con un Omega cojonudo en su muñeca, un regalo de boda que ha sido el único reloj que ha usado a diario desde entonces. Mi padre es un hombre inteligente.
¿a alguien le ha pasado algo parecido?
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