
arty:Hoy, a pesar de ser martes, es un día especial para mí. Os explicaré el porqué. Estaba esperando desde hace unos cuantos días algo (un paquete); y la espera, por larga, casi empezaba ya a contarse por semanas, en vez de por días. Nada más llegar a mi puesto de trabajo me he encontrado con un paquete, ¡sí, él! Me ha dado un pálpito el corazón, con deseo de abrirlo, pero he sido capaz de contenerme y guardarlo en mi mesa hasta que llegara el momento apropiado para ello que, por supuesto, no era ese. Cuando regresaba a casa conduciendo, fui incapaz de no mirar, repetidas veces, aunque fuesen fugazmente, el paquete que se aposentaba a mi lado. Así transcurrieron los treinta minutos que suelo invertir en el regreso a mi hogar. Allí, sin yo presentir absolutamente nada, me llevé una sorpresa de órdago. Al entrar a mi estudio, como hago siempre nada más llegar a casa, me encontré con otro paquete, enviado de un lugar más cercano que el anterior. ¿Sospecháis qué contenía este último paquete?: ¿sí?, ¿no?, ¿quizá?.. Pues bien, os sacaré totalmente de dudas. ¡Tachán, tachán! ¡Aquí está! Sí, es él, el único, el Reloj de FdR. Gracias al maestro y a todos (no nombro nombres para no pecar por omisión, puesto que sois muchos, vosotros lo sabéis) los que hacéis estas cosas posibles. He de decir que en el paquete también viajaban otros elementos, pero no polizones. Se trata de una caja de pasadores y de una navaja PI (¡gracias, Pedro!) En alguna foto se ven.