Estos días estoy usando mucho dos relojitos antiguos con mucha solera y mucho encanto. Son dos pequeños Pobeda 2602 de los años 50.
El de esfera blanca y dorada tiene su historia. Hace cinco años compré varios relojes rusos a un buen vendedor que en agradecimiento me regaló este Pobeda, funcionando perfectamente, pero yo lo averié el primer día. Al abrir la tapa trasera para hecerle fotos al calibre, se me fué la navajilla y rompí la rueda de escape. Como entonces aún no era capaz de hacer nada de mecánica lo dejé en una caja guardado sin correa, esperando a ver si un día yo mismo podría hacerle el trasplante. Ese día ha llegado y ahora que ya he aprendido algo y he cogido un poco de soltura con calibres sencillos, me he decidido a comprar por fin un Pobeda 2602 como donante y lo he podido arreglar. De paso he aprovechado para aceitarlo y va como un tiro. Es un disfrute enorme verlo funcionando a la perfección, con una exactitud de solo unos segundos al día de desvío y una reserva de marcha de unas 38 horas a sus más de 60 años. Me daba tanta rabia haberlo roto yo de una forma tan tonta, que ahora lo estoy disfrutando mucho. Ya de paso, buscando el donante, compré también uno negro igual, misma época y calibre, al que solo he tenido que pulirle el plexi y colocar bien las agujas, que indicaban mal la hora, como se ve en la foto de arriba (se las coloqué después al darme cuenta). También funciona perfecto, igual de preciso y con algo más de 35 horas de cuerda.
El calibre Pobeda 2602 me encanta, en estas versiones antiguas de los años 50 tenían los puentes decorados y un volante con tornillos muy bonito, además de andar de maravilla. Estos relojes no han llevado precisamente una vida de mimos ni mantenimiento exquisito como un Rolex o un Omega, pero a pesar de ello siguen funcionando perfectamente y muy precisos, lo que da una idea de su dureza y buen diseño. El calibre que acabo de arreglar es este.
Me encanta su aspecto antiguo, más antiguo aún que muchos de los años 50. Estos relojes son muy pequeños, nada que ver con los estándares actuales ni de hace 20 o 30 años...son relojes de caballero de unos 30mm de diámetro. Hay que tener en cuenta que en los años 50 la mayoría de los relojes medían entre 33 y 35mm, era lo que se llevaba. Para alguien acostumbrado a los vintage y con algo de conocimiento del tema, precisamente su pequeño tamaño es parte de su encanto, igual que la originalidad de los relojitos, arañazos y pátinas incluidas. A mí tal como estan me encantan, con sus chapados gastados, su tamaño pequeño y sus arañazos de toda una vida, pero funcionando a la perfección. Esta foto al lado del Citizen Kuroshio'64 da una idea de lo pequeñines que son.
Y puesto en la muñeca. Me parece mentira haberlo recuperado, desde 2016 que lo rompí.
Ahora estoy esperando a ver si me llegan unas correas bund que he pedido, a estos relojes antiguos de estilo más o menos militar y tamaño pequeño les sientan de maravilla.