Todo esto que dices es lo que me fascina de estos relojes veteranos, Jmac. Cómo estas piezas de tecnología tan sofisticada y depurada llegaron a ser asequibles para casi cualquier persona, cómo alguien compró este reloj o lo recibió como regalo, y cómo midió los tiempos de su vida hasta que alguien, a su vez, lo heredó y, posiblemente, acabó tomando la decisión de deshacerse de él. ¿Habrá pasado por las manos de más de un vendedor hasta llegar a mí? Y yo le consigo una correa digna, y lo mantengo, y le consigo unas agujas emparejadas, y se las pinto de un azul especial y, así, lo hago único. Y sigue midiendo fragmentos de vida, ahora de la mía. ¿Lo heredará alguno de mis hijos? ¿Dejará, el que sea, que mida también su vida o se deshará de él? ¿Habrá quien lo mantenga funcionando dentro de 30 años? ¡Ay, me has mostrado una puerta y me he abalanzado de cabeza!
Un abrazo, Jmac!