Creo en el azar. La parte racional de mi cerebro no puede aceptar que "las casualidades no existen". La realidad es estadística y Ley de Probabilidades. Si algo tiene una probabilidad de suceder, aunque sea 1 entre millones de millones... es posible. Poco probable, pero posible. Pero, aunque no crea que esa coincidencia se deba a un plan preestablecido o a una relación mágica de causas y efectos, cuando sucede, cuando algo improbable e inesperado acontece, me gusta convertirlo en narrativa de vida. No es mágico, pero es asombroso, maravilloso, aunque sea un hecho casi intrascendente. Algunos compañeros habréis conocido el proceso de reconstrucción de este reloj. Con algunos menos he comentado que no soy muy entusiasta de los relojes excesivamente coloridos, y que estuve tentado, al hacer la nueva estampación, de cambiarle el amarillo. Pero no lo hice. Supongo que estáis ya intuyendo por dónde viene el giro de guión. Este reloj me llegó hace unos meses de Ucrania. Terminé la reconstrucción el 14 de febrero y la mostré en el foro el 15.
¡Que la semana nos sea leve!