Muchas gracias. El 28-10 lo restauramos hace bastantes años, en 2006 cuando lo heredé. Tenía la esfera llena de humedad, estaba llena de ramificaciones verdosas y puntos verdosos. Después de haberlo estado usando mi abuelo durante décadas, había acabado en un cajón de una habitación que tenía problemas de humedad. Allí estuvo durante años, quizá una década entera o más. Cuando lo vimos, pensamos que se había echado a perder, pero lo impresionante es que, nada más girar la corona, empezó a andar perfectamente. Se le restauró su esfera y se le hizo un servicio al movimiento, pero caja, corona y plexi quedaron tal cual estaban, solo los limpié un poco. Lógicamente la correa de piel negra que tenía estaba hecha polvo, así que le compré una buena correa Hirsch de cocodrilo negra para mantener la estética. Llevo cerca de dieciocho años con él en casa, y ponérmelo es completamente diferente a ponerme los otros vintage de los años 50 o 60. Nada que ver. Este es mío de verdad, los otros los he comprado, pero este es de mi familia, con él puesto me siento como en casa, me trae muy buenos recuerdos de mi abuelo y es el reloj que él tenía cuando yo era pequeño, el que me ponía en la oreja para que lo oyese. Además es el reloj responsable de que yo sea certinista, lo cual es uno de mis mayores disfrutes como relojista, porque es una marca maravillosa con mucha y buena historia y unos relojes muy bonitos y buenos hoy día.
El de la abuela no está restaurado, solo se le hizo una revisión al calibre. No me lo voy a poner, es solo para estar en casa y un tesoro como el del abuelo, pero he preferido dejarlo así, con sus años y su pátina. Le pulí el plexi y le compré una bonita correa de piel vintage sin estrenar. Lo más interesante, aparte de ser de mi abuela, es que es de los pocos Certina con el logotipo raro que llevaron durante muy pocos años, en la primera mitad de los 50, esa especie de triángulo invertido. Mi KF-330 es del 51, este de mi abuela es de 1953, y son los dos únicos Certina que tengo con ese logo.
El movimiento este tan pequeñito, el 19-10, es una maravilla lo bien que funciona. Este podía llevar parado fácilmente más de treinta años, guardado en un cajón, tras haberlo usado mi abuela durante otros treinta años antes. Pero como el 28-10, al girar su corona el reloj echó a andar como si no hubiese parado nunca y fuese nuevo. Los calibres Certina eran una gloria, qué pena que dejasen de fabricarse.