Clepsidra.
Los latidos del tiempo, de Galy.
Este fue un encargo, que me hicieron para él un concurso del Caga tío, por navidad.
Me encargaron un cronometrador de duración de 10 minutos, y ante la imposibilidad de encontrar algo hecho en el mercado, y como solía decir mi último jefe, cuando hacia alguna de éstas, no tenemos suficientes problemas que creamos de nuevos, me decidí a hacerlo yo, y tras entregar el reloj, me lo devuelven unos días antes del concurso de Navidad, afirmando que atrasaba, y que no era fiable, y efectivamente no era fiable, el concurso era en el exterior y las temperaturas de esos días bajaron en demasía, enfriando el agua, y retardado el trasvase de una botella a la otra, que hacer y con el tiempo en contra por partida doble, ( tiempo meteorológico y el del reloj) , me tocó improvisar.
Recuerdo que la solución me la dio el automóvil, le ocurria lo mismo al esta en la calle el agua se congelaba y para evitarlo que hacer recurrir, al anticongelante, así lo hice y pude cumplir con el encargo, al año próximo, volvieron a repetir el encargo no con uno si no con dos, clepsidras las cuales causaron expectación, al desconocer para qué y porqué de aquellos artilugios, de colores, que parecían la pata de conejo de Misión imposible.
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