Es un buen movimiento, se fabricó entre el 69 y el 76, entre todas las series se produjeron más de 25 millones de ejemplares. Por tanto deben quedar cientos de miles (si no millones) de posibles donantes, y también abundantes fornituras originales y de imitación para hacer mantenimiento, según se necesiten.
Ranff señala que tiene dos familias principales: una que late a 21.600 alternancias por hora (6 movimientos del segundero por segundo, en la época ya era una frecuencia estándar) y otra que late a 28.800 alternancias por hora (8 movimientos por segundo, movimiento novedoso de alta frecuencia, normalmente de lujo). En ambos, hay mecánicos (de cuerda) y automáticos (carga por movimiento). El que tienes, el 2789, es un reloj automático de 21.600 a/h, con cambio rápido de día de la semana y día del mes.
Sería el equivalente a la actual familia de movimientos ETA 2892. Un calibre sólido y robusto, sin mayores complicaciones y de buena precisión y exactitud. Es abundante, no van a faltar piezas de repuesto o donantes durante las próximas décadas.
El que tienes seguramente podría haber adornado la muñeca de un ingeniero, de un director de una sucursal bancaria o de un arquitecto joven. O podría haber sido el reloj de bonito de un perito, de un contable o de un aparejador.
(corregida errata sobre movimientos del segundero, no se mueve 6 y 8 veces por hora, sino por segundo y adición de quién podría haber sido su público objetivo)
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