Unos cuantos miles de duros
Está claro, Rafael. Nadie puso en duda el que este reloj costara lo que dijiste (400 euros), pero has de comprender que quizá también pudiera darse la circunstancia que quizá no siempre se da pero que a veces sí, de que por el azar o por la poca codicia de las personas o por ambas circunstancias que, aunque paradójicamente es difícil de que se den habitualmente, sí es cierto que a veces se dan, y es que lo que a veces nos puede parecer que no puede pasar, sin embargo pasa; es decir que no siempre las cosas son como nos las pintan, sino que suceden y ya está. Por esto y por otras muchísimas más variables que casi siempre están fuera de nuestro control y por eso se las denomina incontrolables, pudiera ser o aparentar ser una cosa distinta de lo que realmente es. O sea, que este reloj se puede encontrar, a poco que nos fijemos y sin ánimo de molestar a nadie que otra cosa antes hubiera podido decir, o bien, ya dicho la hubiera, por el precio orientativo y aproximado de lo que antes de que esta moneda que nos ha tocado disfrutar o padecer, según se mire, se podría decir: más o menos diez mil duros.