El de ayer. Aprovecho de paso para comentar la imprudencia que cometí por ponerme el reloj para jugar al fútbol, jugar al fútbol en superficie dura, y sobreestimar mis capacidades jurgolísticas...
Como todo en este mundo, tiene fácil arreglo, pero me da rabia. Es el reloj que más me pongo ahora en verano, y tendré que aparcarlo de momento. Espero que esté roto no sea gordo para el bolsillo.
Pasad buen domingo compañeros
Enviado desde mi iPhone utilizando Tapatalk