Y tanto que sí, eran auténticos relojes de campo que bajo una estética elegante estaban preparados para todo, cuando empezaron a tener resistencia al agua ya eran la herramienta definitiva. Además hay que tener en cuenta que no a todo el mundo le gustarían los relojes y eso podía implicar un trato, no malo, pero no tan bueno. Y ahora como ya hemos comentado otras veces buscamos prestaciones exageradas que nunca llegaremos a comprobar si funcionan o no, a todo le pedimos un zafiro y cerámica, parece que un reloj duro solo pueda ser un diver y un G-Shock y los demás no aguanten nada, cuando la realidad es que todo reloj que sea mínimamente decente nos sobrevive.