Charlino
Well-known member
Si algunos dicen que un cronógrafo típico de los años 80 o 90 les parece un reloj "de viejo" o "de abuelo", este que voy a presentaros les parecerá un reloj de dinosaurio del Jurásico por lo menos, pero a mí me encanta. Está claro que es un reloj de estilo Breguet, muy clásico, y a mí los Breguet Classique me encantan, así que como me daba pereza ir juntando para un Breguet, y más con estas complicaciones, al ver este Sea-Gull, que tampoco es mala marca, (salvando las distancias siderales por supuesto), ni me lo pensé.
La verdad es que estaba buscando relojes analógicos con Fases de la Luna, preferiblemente mecánicos, aunque no me importaría tampoco con un calibre de cuarzo prestigioso y con calidad como el Seiko 7A48 o el Citizen 3570. Pero a uno mecánico le tenía muchas ganas, y que el reloj tuviera suficiente calidad para gustarme, pero a un precio lo más bajo posible, porque ya tenía otros regalos para mi cumpleaños, entre ellos uno de mis griales desde hacía años, y quería gastar lo mínimo. Este Sea-Gull ha sido una opción para mí excelente, porque además de la complicación que aún me faltaba y buscaba (solo tenía fases lunares en los Casio Protrek PRT-10 digitales de los 90), este reloj tiene muchos más atractivos para mí. La estética Breguet, una de mis complicaciones favoritas como es la indicación de reserva de marcha, y la novedad de un calibre clon del Eta 2824-2, que además sin ser el mejor clon, está ya bastante probado dentro de los pocos años que tienen estos clones, y parece que en general ha dado buenos resultados. El reloj está lleno de cosas que me gustan.
La estética Breguet es evidente. Me gustan las complicaciones, y estas en concreto me gustan mucho, y me gustan mucho los maravillosos Breguet Classique. Este reloj tenía que gustarme, solo faltaba comprobar que tuviese suficiente calidad de acabados y un calibre decente del que poder esperar un buen resultado. Los acabados del reloj me han sorprendido para bien, los guilloché, las agujas, las pinturas sobre guilloché, el acabado de las distintas partes de la esfera con los distintos brillos y tonos que dan las texturas, todo está muy logrado. En cuanto a medidas, el diámetro es más o menos contenido, en el entorno de los 40mm, aunque me habría gustado algo menos, y el grosor o altura no está nada mal, 12,5mm aunque parezcan algo más por la forma de la caja. Para ser un automático con varias complicaciones está muy bien porque es más bajo que muchos relojes automáticos de gama media con menos complicaciones. Por supuesto nada que ver con los Breguet Classique en los que se inspira, que están en el entorno de los 8 o 9mm, por increible que parezca con estas complicaciones, pero no pretendo comparar lógicamente este Sea-Gull con esas joyas de alta relojería que por algo son tan caras, solo que se parece a ellos, sin copiarlos y de forma bastante digna, y por eso me gusta.
La percepción de calidad está más que conseguida en la esfera, es más que suficiente en la caja, y el calibre funciona muy bien. La duda podría estar en su fiabilidad a medio y largo plazo, pero parece que es un calibre que ha dado en general buen resultado, y que siendo un Sea-Gull firmado y montado en un reloj de la firma, me da suficiente confianza. Volviendo con la estética, al ser del estilo que es, el reloj me ha traído también las agujas Breguet, que increiblemente aún no tenía después de tantos relojes y me gustan mucho. Además, aunque obviamente no azuladas al fuego, tienen un bonito acabado que las hace casi negras hasta que les da la luz y aparecen sus brillos azules, muy al estilo de las de algunos Orient Star y otros relojes que he visto con agujas azules con este tipo de acabado que a veces parece casi cristalino, o casi líquido. Están muy bien acabadas, sin rebabas ni defectos de ningún tipo, con un tamaño perfecto y un estilo Breguet muy bien hecho, y con unos matices y efectos en su azul que me gustan mucho. Muy bonita también la franja de las horas, en un pequeño escalón y con una textura muy fina que la diferencia de la franja más al borde de los minutos totalmente lisa, y con unos números romanos muy bien pintados y del tamaño justo.
En la foto anterior se ve más o menos bien, aunque no tan bonita como se ve al natural, la decoración que tiene dentro de la subesfera de la fecha a las seis. Se trata de una escena de mar, con unas olas, el cielo de fondo y una gaviota volando. Como podeis deducir se trata del logotipo de Sea-Gull hecho en plan artístico. Me gusta el pequeño detalle marinero que le aporta al reloj, sobre todo ahora en verano, aunque es algo muy discreto que si no te fijas ni te enteras (al natural no se ve tan grande y evidente como en estas fotos). Es una decoración bonita, que quizá pueda parecer un poco frívola, pero que como digo es muy discreta y queda bonita, y como otras texturas de esta esfera, cambia según la luz que le de. En ese sentido, lo que más bonito se ve es el indicador de la reserva de marcha. Tiene una decoración guilloché muy elaborada, con los sectores del abanico un poco cóncavos, que da unos cambios de tono entre blanquecino y plateado preciosos al mover el reloj o mirarlo desde distintos ángunos, destacándose mucho del resto de la esfera. Pongo unas fotos de detalle de la reserva de marcha para ver su elaboración, pero esos brillos tan bonitos y los distintos tonos de plateado que da este guilloché se ven mejor en las fotos más generales, como las tres primeras y otra que hay después, que es como se suele ver normalmente, muy bonito.
Y en un lado de la foto anterior se veía la Luna brillando. El disco con el firmamento nocturno y la Luna se ve también muy bonito, con un tono de azul tirando a oscuro que me gusta, y la Luna y las estrellas, que las hay de distinto tamaño, tienen un dorado que brilla más o menos según la luz que les de. Un efecto muy bonito, también logrado por el esfuerzo de la marca en ofrecer unos acabados buenos y agradables de ver, que dan sensación de calidad.
Las Fases de la Luna es la complicación que me llevó hasta este reloj, y es lo que más me gusta tener con él, a pesar de que como veis me gustan muchas más cosas. Me encanta por ejemplo tener una carrura acanalada, que como otras muchas características de los Breguet, han adoptado relojes de corte clásico de muchas marcas; o la preciosa corona de cebolla, además de bonita muy práctica y cómoda de usar, los pulsadores enrasados en la carrura, muy bien acabados y con un tacto perfecto. El cristal es de zafiro, aunque esto ya se encuentra en relojes chinos de menos categoría que este.
En cuanto al calibre, es el Sea-Gull ST2153, derivado del ST2130 clon del Eta 2824-2, con los añadidos de la reserva de marcha, las fases de la Luna y el calendario analógico a las seis. Corre a 28.800 alternancias por hora y tiene cuerda manual y parada de segundero.
Las fases lunares y la fecha se ajustan con los pulsadores enrasados en la carrura, como en los Breguet Classique. Todo funciona perfectamente y con precisión, buen tacto y sensación de fiabilidad. Hace años había que desconfiar de relojes chinos con complicaciones, excesivamente baratos, con calibres sin firmar ni información alguna, de marcas a veces raras, pero esto ya es otra cosa. Sea-Gull es un enorme fabricante de calibres y relojes que ya abarca todos los segmentos de precio, también fabrica relojes con tourbillon, con más complicaciones de alta relojería, hasta con repetición de minutos, Sea-Gull que cuestan 50.000 euros y hasta 200.000 euros, o sea que saben hacer relojes con complicaciones infinitamente más complicadas que las que lleva este humilde ST 2153. No es raro que estos estén funcionando bien, aunque en este nivel la relojería china sigue sin ofrecerme la misma confianza que la japonesa o suiza en cuanto a controles de calidad. Pero digamos que, entre las marcas chinas del nivel económico, Sea-Gull es una marca "de campanillas", además de una marca con una historia ya larga haciendo relojes. El acabado del calibre es agradable a la vista, con más decoración, perlada en los puentes y côtes de Genève en el rotor, que en un Eta 2824-2 estándar. Lo que no significa, ni mucho menos, que esté mejor acabado que el calibre Eta. Pero se agradece estéticamente, al menos para mí.
Lo que peor acabado está a simple vista es la firma en el rotor, simplemente a láser y hecha con poco esmero, pero al menos está; es el primer reloj chino que he tenido con el calibre firmado. Visto con lupa los acabados de algunos tornillos, puentes y demás son algo más toscos que en un eta 2824-2 o que en otros relojes de gama media que tengo, pero ya le estamos pidiendo demasiado al reloj. Después de muchas fotos de aproximación y de verlo muy de cerca, el reloj cumple de sobra. Visto al natural, es un reloj que transmite calidad. Y para mí verlo funcionar es un placer, con su segundera azul larga y fina deslizándose sobre la esfera a 28.800 alternancias, la aguja de la reserva de marcha avanzando poco a poco (tarda bastante más en llegar al tope que la de los Orient, se nota que el sistema de carga de los Eta no es tan efectivo como el de Seiko y Orient) y las fases lunares mostrándome el cielo nocturno. ¿Que no sirven para nada las fases de la Luna? Eso da igual, es una complicación estética, romántica, poética, y emblemática de marcas tan históricas e ilustres como Blancpain. Existe desde hace muchos siglos, es pura tradición relojera.
De momento le he hecho muy pocas fotos, llevo pocos días disfrutando de él, y de otros que ya iré enseñando; en esta última cutre foto que voy a poner de un rato de placer probando cervezas, relojes y correas, se ve detrás uno, de una de las marcas de mis amores, que tengo que enseñar también. Y no se ve a su nieto pero también estaba por ahí, uno de los relojes que más me han gustado de los últimos años, de su marca el que más, que para mí ha sido un grial en toda regla y que me está dando mucha sensación de calidad y de clase y elegancia, a ver cuándo le saco también unas fotos y lo presento.
Feliz viernes, ¡ya llega el fin de semana!
La verdad es que estaba buscando relojes analógicos con Fases de la Luna, preferiblemente mecánicos, aunque no me importaría tampoco con un calibre de cuarzo prestigioso y con calidad como el Seiko 7A48 o el Citizen 3570. Pero a uno mecánico le tenía muchas ganas, y que el reloj tuviera suficiente calidad para gustarme, pero a un precio lo más bajo posible, porque ya tenía otros regalos para mi cumpleaños, entre ellos uno de mis griales desde hacía años, y quería gastar lo mínimo. Este Sea-Gull ha sido una opción para mí excelente, porque además de la complicación que aún me faltaba y buscaba (solo tenía fases lunares en los Casio Protrek PRT-10 digitales de los 90), este reloj tiene muchos más atractivos para mí. La estética Breguet, una de mis complicaciones favoritas como es la indicación de reserva de marcha, y la novedad de un calibre clon del Eta 2824-2, que además sin ser el mejor clon, está ya bastante probado dentro de los pocos años que tienen estos clones, y parece que en general ha dado buenos resultados. El reloj está lleno de cosas que me gustan.
La estética Breguet es evidente. Me gustan las complicaciones, y estas en concreto me gustan mucho, y me gustan mucho los maravillosos Breguet Classique. Este reloj tenía que gustarme, solo faltaba comprobar que tuviese suficiente calidad de acabados y un calibre decente del que poder esperar un buen resultado. Los acabados del reloj me han sorprendido para bien, los guilloché, las agujas, las pinturas sobre guilloché, el acabado de las distintas partes de la esfera con los distintos brillos y tonos que dan las texturas, todo está muy logrado. En cuanto a medidas, el diámetro es más o menos contenido, en el entorno de los 40mm, aunque me habría gustado algo menos, y el grosor o altura no está nada mal, 12,5mm aunque parezcan algo más por la forma de la caja. Para ser un automático con varias complicaciones está muy bien porque es más bajo que muchos relojes automáticos de gama media con menos complicaciones. Por supuesto nada que ver con los Breguet Classique en los que se inspira, que están en el entorno de los 8 o 9mm, por increible que parezca con estas complicaciones, pero no pretendo comparar lógicamente este Sea-Gull con esas joyas de alta relojería que por algo son tan caras, solo que se parece a ellos, sin copiarlos y de forma bastante digna, y por eso me gusta.
La percepción de calidad está más que conseguida en la esfera, es más que suficiente en la caja, y el calibre funciona muy bien. La duda podría estar en su fiabilidad a medio y largo plazo, pero parece que es un calibre que ha dado en general buen resultado, y que siendo un Sea-Gull firmado y montado en un reloj de la firma, me da suficiente confianza. Volviendo con la estética, al ser del estilo que es, el reloj me ha traído también las agujas Breguet, que increiblemente aún no tenía después de tantos relojes y me gustan mucho. Además, aunque obviamente no azuladas al fuego, tienen un bonito acabado que las hace casi negras hasta que les da la luz y aparecen sus brillos azules, muy al estilo de las de algunos Orient Star y otros relojes que he visto con agujas azules con este tipo de acabado que a veces parece casi cristalino, o casi líquido. Están muy bien acabadas, sin rebabas ni defectos de ningún tipo, con un tamaño perfecto y un estilo Breguet muy bien hecho, y con unos matices y efectos en su azul que me gustan mucho. Muy bonita también la franja de las horas, en un pequeño escalón y con una textura muy fina que la diferencia de la franja más al borde de los minutos totalmente lisa, y con unos números romanos muy bien pintados y del tamaño justo.
En la foto anterior se ve más o menos bien, aunque no tan bonita como se ve al natural, la decoración que tiene dentro de la subesfera de la fecha a las seis. Se trata de una escena de mar, con unas olas, el cielo de fondo y una gaviota volando. Como podeis deducir se trata del logotipo de Sea-Gull hecho en plan artístico. Me gusta el pequeño detalle marinero que le aporta al reloj, sobre todo ahora en verano, aunque es algo muy discreto que si no te fijas ni te enteras (al natural no se ve tan grande y evidente como en estas fotos). Es una decoración bonita, que quizá pueda parecer un poco frívola, pero que como digo es muy discreta y queda bonita, y como otras texturas de esta esfera, cambia según la luz que le de. En ese sentido, lo que más bonito se ve es el indicador de la reserva de marcha. Tiene una decoración guilloché muy elaborada, con los sectores del abanico un poco cóncavos, que da unos cambios de tono entre blanquecino y plateado preciosos al mover el reloj o mirarlo desde distintos ángunos, destacándose mucho del resto de la esfera. Pongo unas fotos de detalle de la reserva de marcha para ver su elaboración, pero esos brillos tan bonitos y los distintos tonos de plateado que da este guilloché se ven mejor en las fotos más generales, como las tres primeras y otra que hay después, que es como se suele ver normalmente, muy bonito.
Y en un lado de la foto anterior se veía la Luna brillando. El disco con el firmamento nocturno y la Luna se ve también muy bonito, con un tono de azul tirando a oscuro que me gusta, y la Luna y las estrellas, que las hay de distinto tamaño, tienen un dorado que brilla más o menos según la luz que les de. Un efecto muy bonito, también logrado por el esfuerzo de la marca en ofrecer unos acabados buenos y agradables de ver, que dan sensación de calidad.
Las Fases de la Luna es la complicación que me llevó hasta este reloj, y es lo que más me gusta tener con él, a pesar de que como veis me gustan muchas más cosas. Me encanta por ejemplo tener una carrura acanalada, que como otras muchas características de los Breguet, han adoptado relojes de corte clásico de muchas marcas; o la preciosa corona de cebolla, además de bonita muy práctica y cómoda de usar, los pulsadores enrasados en la carrura, muy bien acabados y con un tacto perfecto. El cristal es de zafiro, aunque esto ya se encuentra en relojes chinos de menos categoría que este.
En cuanto al calibre, es el Sea-Gull ST2153, derivado del ST2130 clon del Eta 2824-2, con los añadidos de la reserva de marcha, las fases de la Luna y el calendario analógico a las seis. Corre a 28.800 alternancias por hora y tiene cuerda manual y parada de segundero.
Las fases lunares y la fecha se ajustan con los pulsadores enrasados en la carrura, como en los Breguet Classique. Todo funciona perfectamente y con precisión, buen tacto y sensación de fiabilidad. Hace años había que desconfiar de relojes chinos con complicaciones, excesivamente baratos, con calibres sin firmar ni información alguna, de marcas a veces raras, pero esto ya es otra cosa. Sea-Gull es un enorme fabricante de calibres y relojes que ya abarca todos los segmentos de precio, también fabrica relojes con tourbillon, con más complicaciones de alta relojería, hasta con repetición de minutos, Sea-Gull que cuestan 50.000 euros y hasta 200.000 euros, o sea que saben hacer relojes con complicaciones infinitamente más complicadas que las que lleva este humilde ST 2153. No es raro que estos estén funcionando bien, aunque en este nivel la relojería china sigue sin ofrecerme la misma confianza que la japonesa o suiza en cuanto a controles de calidad. Pero digamos que, entre las marcas chinas del nivel económico, Sea-Gull es una marca "de campanillas", además de una marca con una historia ya larga haciendo relojes. El acabado del calibre es agradable a la vista, con más decoración, perlada en los puentes y côtes de Genève en el rotor, que en un Eta 2824-2 estándar. Lo que no significa, ni mucho menos, que esté mejor acabado que el calibre Eta. Pero se agradece estéticamente, al menos para mí.
Lo que peor acabado está a simple vista es la firma en el rotor, simplemente a láser y hecha con poco esmero, pero al menos está; es el primer reloj chino que he tenido con el calibre firmado. Visto con lupa los acabados de algunos tornillos, puentes y demás son algo más toscos que en un eta 2824-2 o que en otros relojes de gama media que tengo, pero ya le estamos pidiendo demasiado al reloj. Después de muchas fotos de aproximación y de verlo muy de cerca, el reloj cumple de sobra. Visto al natural, es un reloj que transmite calidad. Y para mí verlo funcionar es un placer, con su segundera azul larga y fina deslizándose sobre la esfera a 28.800 alternancias, la aguja de la reserva de marcha avanzando poco a poco (tarda bastante más en llegar al tope que la de los Orient, se nota que el sistema de carga de los Eta no es tan efectivo como el de Seiko y Orient) y las fases lunares mostrándome el cielo nocturno. ¿Que no sirven para nada las fases de la Luna? Eso da igual, es una complicación estética, romántica, poética, y emblemática de marcas tan históricas e ilustres como Blancpain. Existe desde hace muchos siglos, es pura tradición relojera.
De momento le he hecho muy pocas fotos, llevo pocos días disfrutando de él, y de otros que ya iré enseñando; en esta última cutre foto que voy a poner de un rato de placer probando cervezas, relojes y correas, se ve detrás uno, de una de las marcas de mis amores, que tengo que enseñar también. Y no se ve a su nieto pero también estaba por ahí, uno de los relojes que más me han gustado de los últimos años, de su marca el que más, que para mí ha sido un grial en toda regla y que me está dando mucha sensación de calidad y de clase y elegancia, a ver cuándo le saco también unas fotos y lo presento.
Feliz viernes, ¡ya llega el fin de semana!
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